El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, participó por primera vez el miércoles en una reunión con más de 50 responsables de Defensa de todo el mundo para trasladarles su pedido personal para que envíen más ayuda militar, ante la falta de respaldo político en Estados Unidos y la nueva presión sobre los aliados para mandar armas para reforzar la guerra de Israel contra Hamas.
Su presencia subrayó la creciente preocupación por las fisuras en lo que hasta ahora ha sido un firme respaldo internacional a Kiev en la guerra contra la invasión rusa y porque las fuerzas ucranianas no hayan hecho suficientes avances medibles en su contraofensiva a medida que se acerca el invierno.
“El próximo lunes se cumplirán 600 días de resistencia a la agresión a gran escala de Rusia contra nuestro pueblo, contra Ucrania. Y hoy, nadie puede decir con seguridad cuántos más días tendremos que defender nuestra independencia y nuestra identidad», afirmó Zelenskyy al inicio de la cumbre. “Pero podemos decir ya varias cosas que creo que son importantes. Primero: (el presidente ruso, Vladímir) Putin no conseguirá Ucrania. Segundo: Rusia no puede permitirse una nueva carrera armamentística. Y tercero: la democracia puede ganar esta batalla».
La reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, organizada por Estados Unidos, se produce en un momento en que Ucrania busca de forma desesperada más armas para ayudar a sus tropas a recuperar territorio frente a las fuerzas del Kremlin antes de la llegada del frío invierno. Pero el caos político en el Congreso estadounidense frenó la concesión de nuevos fondos a Ucrania y un creciente número de legisladores se opone a cualquier incremento en el gasto.
A su llegada a la sede de la OTAN, Zelenskyy se refirió a la guerra de Israel y dijo que los ucranianos entienden la tragedia. Pero se apresuró también a detallar la necesidad que tienen de recibir sistemas de defensa antiaérea y misiles de largo alcance “para expulsar a Rusia de nuestra tierra”.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo a los reporteros que viajaban con él a Bruselas que varios aliados anunciarán el envío de armas adicionales y otras ayudas a Kiev. Una de las principales demandas ucranianas han sido los sistemas de defensa antiaérea y las municiones.
“La energía, en mi opinión, sigue estando ahí”, apuntó Austin. “Y les aseguraré que seguimos comprometidos con esto”.
Austin se hizo eco de este sentimiento en el inicio de la reunión al afirmar que Ucrania está haciendo avances constantes en la guerra. Además apuntó que los aliados se centrarán no solo en cubrir las demandas más inmediatas de Kiev, sino en establecer planes para coordinar inversiones en la fuerza futura en Ucrania.
El grupo de contacto es el principal foro para recabar contribuciones de armas, equipos y formación para el esfuerzo bélico de Kiev. Se reúne una vez al mes de forma presencial y virtual, y esta es su 16ta cumbre.
Zelenskyy, que fue recibido con aplausos a su llegada al edificio, se reunió de inmediato con Austin y con el general de la Fuerza Aérea estadounidense, CQ Brown, presidente del Estado Mayor Conjunto.
En declaraciones a reporteros a su llegada a la sede de la OTAN, Zelenskyy reiteró que su país necesita misiles de largo alcance y munición.
“Es muy importante que haya prioridades. Están los sistemas de defensa antiaérea. Esto no son solo palabras, son cosas muy concretas y las necesitamos”, afirmó.
Tras la reunión, los 31 aliados y Ucrania participarán en el primer Consejo OTAN-Ucrania de este nivel. El foro se estableció formalmente en julio como parte de los esfuerzos para acercar a Kiev al grupo y permite que la alianza militar y las autoridades ucranianas discutan los intereses y preocupaciones comunes.
El nuevo paquete de ayuda estadounidense incluye misiles AIM-9M para defensa antiaérea, sistemas contra aviones no tripulados, municiones para los HIMARS — un sistema de lanzacohetes múltiple ligero —, artillería, equipos de guerra electrónica, munición para demoliciones, sistemas antiblindaje y más de 16 millones de cartuchos para armas cortas.
Las armas se envían en virtud de la autorización presidencial para la retirada de armas, por lo que se sacarán de las reservas del Pentágono y se entregarán rápidamente en el campo de batalla.
Fuente: AP