El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo el miércoles que, “contra todo pronóstico”, Ucrania aún está de pie, mientras realizaba una desafiante visita a Washington en tiempos de guerra para agradecer al gobierno y a los “estadounidenses comunes” por su apoyo para repeler la invasión rusa. Prometió que no habría “concesiones” en los intentos de ponerle fin a la guerra.
En un apasionado discurso ante el Congreso con el fin de mantener el apoyo para la defensa de su país, Zelenskyy dijo que las decenas de miles de millones de dólares en asistencia militar y económica que ha recibido de Estados Unidos durante el último año han sido fundamentales en los esfuerzos de Ucrania para repeler a Rusia, e hizo un llamado para más asistencia en el futuro.
“Su dinero no es caridad”, dijo en un intento de tranquilizar a los presentes y a quienes vieron el discurso en casa. “Es una inversión en la seguridad y en la democracia globales que hemos manejado de la manera más responsable”.
El discurso ante el Congreso se produjo después de que el presidente Joe Biden recibió a Zelenskyy en la Oficina Oval, donde afirmó que Estados Unidos y Ucrania continuarían presentando una “defensa unida” ante la “brutal agresión” de Rusia “al derecho de Ucrania a existir como nación” y prometió ayudar a conseguir una “paz justa”.
Zelenskyy, en su primer viaje al extranjero del que se sabe desde que Rusia invadió su país en febrero, dijo que quería visitar Washington antes y que su visita en este momento era un reflejo de que “la situación está bajo control gracias a su ayuda”.
Dirigiéndose a los legisladores, el mandatario ucraniano pronosticó que el próximo año será un “punto de inflexión” en el conflicto, “cuando la valentía ucraniana y la determinación estadounidense deben garantizar el futuro de nuestra libertad común, la libertad de personas que defienden sus valores”.
Zelenskyy recibió una sonora ovación de los miembros del Congreso y entregó a los legisladores una bandera ucraniana autografiada por soldados en el frente de batalla en Bajmut, en la disputada región de Donetsk, misma que la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y la vicepresidenta Kamala Harris sujetaron detrás del mandatario ucraniano mientras éste hablaba en el podio. Pelosi le obsequió la bandera estadounidense que ondeó en el Capitolio ese día.
Declarando que Ucrania “nunca se rendirá”, Zelenskyy advirtió que había mucho más en juego que el destino de su nación, asegurando que se estaba poniendo a prueba la democracia en todo el mundo.
“No se puede ignorar esta batalla esperando que el océano o cualquier otra cosa nos brinde protección”, afirmó, hablando en inglés en lo que dijo que era un “discurso a los estadounidenses”.
Zelenskyy pareció estar al tanto de las divisiones políticas en Estados Unidos en torno al prolongado gasto en el exterior, e hizo un llamado a los legisladores a garantizar que Estados Unidos permanezca “bicameral y bipartidista”.
En una conferencia de prensa conjunta con Biden, a Zelenskyy se le preguntó sobre cómo intentaría ponerle fin al conflicto. Rechazó las declaraciones de “paz justa” de Biden, diciendo: “Para mí, como presidente, la ‘paz justa’ es sin concesiones». Añadió que la guerra llegaría a su fin una vez que se restaure la soberanía, la libertad y la integridad territorial de Ucrania, y una vez que Rusia le haya pagado a Ucrania todo el daño que causaron sus fuerzas.
“No puede haber una ‘paz justa’ en una guerra que se nos impuso”, añadió
El delicado viaje se realiza después de 10 meses de intensos combates que han dejado decenas de miles de víctimas en ambos frentes y devastación para el pueblo ucraniano. La visita de Zelenskyy tenía el objetivo de revitalizar el apoyo para su país en Estados Unidos y el resto del mundo en medio de preocupaciones de que sus aliados estén frustrados con la costosa guerra y con las afectaciones que ha causado en los suministros globales de alimentos y energía.
Poco antes de su llegada, Estados Unidos anunció su mayor envío de armas a Ucrania, que incluye misiles tierra-aire Patriot, y el Congreso planeaba votar una iniciativa de gastos que incluye alrededor de 45.000 millones de dólares en asistencia de emergencia para Ucrania.
Biden dijo que Rusia “intenta usar el invierno como arma, pero el pueblo ucraniano sigue siendo una inspiración para el mundo”. Más tarde, en una conferencia de prensa conjunta, aseguró que el presidente ruso Vladimir Putin “no tiene intención de ponerle fin a esta guerra cruel”.
Ambos mandatarios parecieron compartir una cálida relación, riéndose de los comentarios del otro y dándose palmadas en la espalda a lo largo de su encuentro, aunque Zelenskyy dejó claro que seguirá presionando a Biden y a otros gobiernos de Occidente en busca de asistencia adicional
Fuente: AP