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Ya sin mandato estatal, Miami-Dade pide ‘sentido común’ a la hora de usar la mascarilla

por actualidad

Miami-Dade tuvo un norma de uso obligatorio de la mascarilla durante casi 400 días antes que el gobernador Ron DeSantis emitiera el lunes su decreto más amplio hasta la fecha, suspendiendo cada orden de emergencia por el COVID-19 emitida por los líderes municipales en toda la Florida.

La decisión provocó que los alcaldes locales denunciaran la medida y exhortaran a los empresas a seguir exigiendo el uso de la mascarilla con la esperanza de que la vacunación aliviará la amenaza de la pandemia más adelante este año.

“Exhorto a la comunidad a seguir usando el el sentido común para prevenir la propagación del virus y, lo que es más importante, a vacunarse, nuestro mejor y único camino para dejar atrás la pandemia”, dijo la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en un comunicado, en el que dijo estar “profundamente preocupada” por la orden DeSantis. “Y exhorto al gobernador a comprometer recursos para ayudar a educar y persuadir a los floridanos para que se vacunen”.

En Miami-Dade se comenzó a exigir el uso de la mascarilla por una orden de emergencia emitida el 6 de abril de 2020, según un decreto del entonces alcalde Carlos Giménez, más tarde ratificado por unanimidad por la Comisión del condado.

La aplicación comenzó a hacerse menos estricta la primera vez que DeSantis intervino en las normas locales sobre el COVID. En septiembre prohibió a los gobiernos locales cobrar multas por infracciones sobre las normas del COVID-19 en el caso de los individuos. En marzo, canceló las multas por completo. El resultado fue que había una orden de uso de mascarillas pero no se hacía cumplir. El secretario de los Tribunales de Miami-Dade informó el lunes que no se emitieron infracciones por asuntos de COVID-19 en todo el condado durante el fin de semana.

“Prácticamente le retiró toda autoridad a los municipios y condados cuando dijo que no se impondrían más multas”, dijo Carlos Hernández, alcalde de Hialeah y un crítico frecuente de la respuesta de DeSantis al virus.

“En realidad, esto no es nada nuevo”. Miami-Dade ya había levantado la mayoría de sus reglas para cuando se anunció la orden DeSantis el lunes. El 6 de abril, Levine Cava puso fin a decenas de restricciones detalladas a las empresas en favor de un orden consolidada.

Se mantuvo la mayoría de la reglas sobre los requisitos de uso de mascarilla y capacidad en los restaurantes. La orden DeSantis suspende esas directivas.

DeSantis escribió en su orden más reciente que quiere que la Florida “vuelva a la normalidad”. En Miami Beach, el alcalde Dan Gelber dijo en una entrevista que las familias de los que siguen muriendo o están hospitalizados probablemente no creen que la pandemia haya “terminado”.

“Tiene que dejar de seguir la ideología y en su lugar empezar a seguir los datos científicos”, dijo Gelber. “Obviamente está decidido a abrir la economía a costa de un gran peligro”.

La ciudad no había anunciado cambios en sus medidas de emergencia a partir del lunes por la tarde, pero Gelber creía que la orden probablemente quitaría el poder de la ciudad para cerrar negocios por falta de uso de máscaras entre clientes o empleados.

A pesar de que Miami-Dade se retractó de las reglas de COVID en el sector privado, las restricciones estrictas se mantuvieron cuando se trataba de reuniones gubernamentales. Algunas cámaras están cerradas enteramente al público.

En Miami-Dade, el presidente de la Comisión, José Díaz, reserva asientos en las cámaras para los empleados del condado y restringe a los miembros del público a entrar solo cuando se habla de un tema incluido en la agenda.

La portavoz Olga Vega dijo que no se ha tomado ninguna decisión para la reunión del martes. “El presidente está esperando a ver las órdenes ejecutivas del gobernador”, dijo.

En Miami, el alcalde Francis Suárez emitió un comunicado en el que hizo hincapié en que la ciudad vuelve a la normalidad. “La ciudad de Miami acatará la orden del gobernador mientras seguimos trabajando para una reapertura completa la ciudad”, dijo.

Robert Finvarb, cuya empresa tiene hoteles Marriott en Miami, elogió la orden DeSantis por permitir a las empresas tomar decisiones informadas sobre lo que es mejor para los empleados y clientes. Aun así, Finvarb dijo que ninguna regla cambiaría en sus propiedades.

“Seguiremos operando con mucha precaución”, dijo. “Muchos de nuestros visitantes son de otros estados, por lo que pueden tener diferentes expectativas sobre lo que es un ambiente seguro”.

 

 

Fuente: El Nuevo Herald

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