“Llevamos meses de rumores, de advertencias, incluso de problemas internos en el Vaticano, de corrupción, quien duda de malos manejos, problemas en el banco del Vaticano, todo esto ha ido saliendo a la luz pública, pero aquí tenemos la bomba, han sido los Vaticans–leaks, lo que conocemos como las comunicaciones internas del mismo Papa Benedicto 16, copias de sus e-mails, de sus memorándums y la detención de quien fuera uno de sus hombres de confianza, Paolo Gabriele, padre de familia de 46 años, el hombre que se encargaba de acompañar al Papa, el mayordomo del Papa”.
“Se encontraron pruebas en su apartamento, de acuerdo a lo informado, de copias de centenares de documentos privados en este caso que no le correspondería a él tenerlos en su posesión. Algo que yo digo cómo es posible que este hombre tuviera esas pruebas en su apartamento, las dejó ahí, Él tenía que imaginarse que una investigación, que saliera sobre todo después de publicado este libro sobre los Vatican-Leaks, iba a producirse una investigación. Es un escándalo mayor, hay que reconocerlo. Yo me pongo en el lugar del Papa, y tiene que estar atravesando por una noche muy oscura en su vida y en su papado”.
