Tras el cuarto día de juicio en Nueva York, para los narcosbrinos de Nicolás Maduro y la primera dama Cilia Flores la situación está cada vez más complicada.
No sólo la Fiscalía de Nueva York desestimó este miércoles el alegato de los abogados según el cual los sobrinos «eran estúpidos, novatos e inexpertos con el tema de las drogas»: ahora, se pudo escuchar también una grabación en la que uno de los sobrinos se jacta de haber estado traficando drogas desde que era adolescente.
Yo tengo 30 años. Llevo haciendo este trabajo desde que tenía 18.
Así dijo Efraín Campo en las conversaciones, según reportó el diario El Nuevo Herald.
En las conversaciones, además, Efraín Campo habló de su habilidad para conseguir aviones para transportar drogas, negociar con un narco francés y sobre las diferencias de costos entre hacer negocios en Europa en lugar de en Centroamérica.
Campo, ahora de 31 años, y su primo Francisco Flores, también de 31, están acusados de haber intentado ingresar más de 800 kilogramos de cocaína a los Estados Unidos.
Las grabaciones son claves para que la fiscalía pueda probar que los acusados no son víctimas ingenuas de un complot político, sino agentes capaces de un plan para explotar sus lazos políticos con objeto de llevar a cabo una transacción de tráfico de cocaína por 20 millones de dólares, cuyo objetivo era ayudar para la campaña política de su tía y mantener a su familia en el poder.
Pero los abogados habían desmentido con fuerza esta versión al afirmar el lunes que los sobrinos presidenciales fueron víctimas de una trampa, ya que son «demasiado estúpidos» para realizar la operación.
En el video que fue mostrado durante el juicio, sin embargo, los miembros del jurado pudieron escuchar y ver a Campo actuar con modalidades propias de alguien experto.
En un fragmento, de acuerdo con El Nuevo Herald, se lo ve poniéndose guantes de látex, que, según uno de los informantes de la la Administración para el Control de Drogas (DEA) que estaba presente en la escena, el acusado se puso antes de presentar la supuesta cocaína.
El informante, el ex narcotraficante José Santos Peña, dijo en el juicio que no tenía dudas de que se trataba de droga. «Era cocaína», dijo al jurado. «Y era de buena calidad».
Por otra parte, en una etapa anterior del proceso, los abogados sembraron dudas sobre la credibilidad de estos testimonios y describieron a los dos informantes como «borrachos», «mentirosos» y poco confiables.
Los abogados defensores tendrán la oportunidad de interrogar a Santos con respecto a las grabaciones de audio y video que él hizo, aunque, de todas formas, ya han dicho que las grabaciones no prueban que el polvo blanco fuera cocaína. En ningún momento se le hizo una prueba científica al polvo, y no se confiscó droga alguna.
«La única evidencia que queda es la palabra insignificante de un mentiroso convicto que alega haber llevado a cabo un examen dudoso y no científico de dicha sustancia», escribió el abogado defensor Randall Jackson en un documento judicial.
Fuente: Infobae.com