El presidente estadounidense Joe Biden buscó repetidamente la confrontación con Donald Trump en su primer debate rumbo a las elecciones de noviembre, mientras que su rival republicano respondió a las críticas de Biden apoyándose en falsedades sobre la economía, la inmigración ilegal y su papel en la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio.
La vacilante actuación de Biden cristalizó la preocupación de muchos votantes estadounidenses de que, a sus 81 años, es demasiado viejo para ejercer de presidente. Esto provocó una nueva ronda de exhortos para que el demócrata se aparte de la contienda.
Mientras tanto, la retórica de Trump, de 78 años, ofreció un recordatorio quizás no deseado de la grandilocuencia que lanzó a diario durante sus tumultuosos cuatro años de mandato, mientras batalla para ganarse a los votantes escépticos. Rechazó declarar claramente si aceptará los resultados de las elecciones de noviembre, cuatro años después de que promovió teorías de conspiración sobre su derrota que culminaron en la insurrección del 6 de enero.
Biden atacó repetidamente a Trump en términos personales en un aparente intento de provocarlo, sacando a colación desde la reciente condena del expresidente por un delito grave hasta su supuesto insulto a los veteranos de la Primera Guerra Mundial, pasando por su peso y su juego de golf. Pero su titubeante discurso desde el principio del debate fue lo que más llamó la atención. Los aliados de Trump clamaron inmediatamente la victoria, mientras que destacados demócratas cuestionaron públicamente que Biden pudiera seguir adelante.
“Creo que hubo una sensación de shock, en realidad, por cómo salió al principio de este debate, por cómo se escuchaba su voz. Parecía un poco desorientado. Se recuperó a medida que avanzaba el debate, pero para entonces, creo que el pánico se había hecho presente”, comentó David Axelrod, asesor durante mucho tiempo del expresidente Barack Obama, a la cadena CNN inmediatamente después del debate. “Y creo que se van a oír discusiones que, no sé si llevarán a algo, pero va a haber discusiones sobre si debe continuar”.
Van Jones, otro estratega demócrata, dijo a CNN: “No lo hizo nada bien”.
David Plouffe, exjefe del equipo de campaña de Obama, señaló a la cadena MSNBC que el debate había sido un momento “DEFCON1″ para los demócratas, en referencia al nivel de alerta utilizado en las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Biden empezó la noche con una voz áspera y se mostró vacilante al tratar de defender su trabajo en materia económica y al criticar a Trump. Una persona familiarizada con la cuestión dijo que Biden padecía un resfriado, y añadió que dio negativo a una prueba de COVID-19.
Biden pareció perder el hilo mientras daba una respuesta sobre la política fiscal y se desvió a la política de salud, y en un momento dado utilizó la palabra “COVID”, y luego dijo: “perdón, con, tratando con”, y se desvió de nuevo.
“Miren, por fin hemos vencido a Medicare”, expresó Biden cuando se le acababa el tiempo de su respuesta.
Biden empezó a dar respuestas más claras a medida que avanzaba el debate, todavía con la voz áspera, y atacó el historial de Trump en temas como la lucha contra el cambio climático.
“La única amenaza existencial para la humanidad es el cambio climático, y él no hizo una sola cosa al respecto”, señaló.
El actual presidente y su predecesor no se habían hablado desde su último debate semanas antes de las elecciones presidenciales de 2020. Trump faltó a la investidura de Biden después de encabezar un esfuerzo sin precedentes e infructuoso por anular su derrota, el cual culminó con el asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes.
Trump se mostró esquivo sobre si aceptaría los resultados de las elecciones de noviembre, diciendo que los aceptaría si la votación era “justa” y “legal”, repitiendo sus afirmaciones infundadas de fraude generalizado en su derrota de 2020 ante Biden que todavía niega.
Cuando se le preguntó por sus acciones el 6 de enero de 2021, Trump no mostró tener remordimientos.
“El 6 de enero, éramos respetados en todo el mundo, en todo el mundo éramos respetados. Y entonces llega él y ahora se ríen de nosotros”, dijo Trump.
Después de que uno de los moderadores le pidiera que respondiera si ese día había violado su juramento al arengar a sus partidarios que pretendían bloquear la certificación de la victoria de Biden en el Colegio Electoral y al no hacer lo suficiente para disuadirlos mientras irrumpían en el Capitolio, Trump trató de culpar a la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Biden señaló que Trump animó a sus partidarios a ir al Capitolio y se sentó en la Casa Blanca sin tomar medidas mientras peleaban con los agentes de policía.
“No hizo una sola cosa, y estas personas deberían estar en la cárcel”, dijo Biden. “Deberían ser ellos los que rindieran cuentas. Y él quiere dejarlos salir a todos. Y ahora dice que si vuelve a perder, así de quejumbroso como es, ¿esto podría ser un ‘baño de sangre’?”.
Luego, Trump defendió a las personas condenadas y encarceladas por su papel en la insurrección, y le dijo a Biden: “Lo que le han hecho a algunas personas que son tan inocentes, debería darte vergüenza”.
Trump y Biden enfrentan fuertes vientos en contra, incluyendo un público cansado de la agitación por la política partidista y ampliamente insatisfecho con los dos, según las encuestas. Pero el debate puso de relieve que ambos tienen visiones muy diferentes en prácticamente todos los temas centrales —aborto, economía y política exterior— y una profunda hostilidad mutua.
Fuente: AP