Docenas de rescatistas laboraban el domingo para extraer a personas de entre los escombros después de que un cohete ruso destruyó edificios de apartamentos en el este de Ucrania, provocando la muerte de al menos 15 individuos. Se cree que hay más de 20 atrapados.
El ataque el sábado por la noche destruyó tres edificios en un vecindario del poblado de Chasiv Yar, habitado en su mayoría por gente que trabaja en fábricas cercanas.
El domingo por la noche, los socorristas lograron retirar suficientes ladrillos y concreto para extraer a un hombre que llevaba más de 24 horas atrapado. Fue colocado en una camilla y trasladado a un hospital.
Los Servicios de Emergencia de Ucrania indicaron que con el rescate más reciente ascendió a seis el número de personas sacadas de los escombros. Horas antes hicieron contacto con otras tres que aún están atrapadas vivas debajo de los restos.
Pavlo Kyrylenko, gobernador de la región de Donetsk en la que se encuentra Chasiv Yar, dijo que se cree que aproximadamente 24 personas siguen atrapadas, entre ellas un niño de 9 años.
Grúas y palas mecánicas trabajaban junto a los rescatistas para retirar los restos de un edificio cuyos muros habían sido completamente arrancados por el impacto del ataque. Los ruidos sordos de los proyectiles de artillería en el frente cercano resonaban a sólo unos kilómetros de distancia, ante lo cual algunos trabajadores se estremecían y otros corrían a guarecerse.
Valerii, que sólo proporcionó su nombre de pila, aguardaba desesperado noticias de su hermana y su sobrino de 9 años, los cuales vivían en el edificio desplomado y no habían respondido sus llamadas telefónicas desde el sábado por la noche.
“Ahora estoy esperando un milagro”, declaró de pie ante los escombros, y luego empezó a orar con las manos apretadas fuertemente.
“No tenemos buenas expectativas, pero estoy evitando ese tipo de pensamientos”, señaló.
Kyrylenko dijo que el poblado de unos 12.000 habitantes fue alcanzado por cohetes Uragan que son disparados desde camiones. Chasiv Yar se encuentra a 20 kilómetros (12 millas) al sureste de Kramatorsk, una ciudad que las fuerzas rusas aspiran a controlar a medida que avanzan lentamente en dirección oeste.
Sin embargo, más tarde el domingo, Viacheslav Boitsov, subdirector de servicios de emergencias de la región de Donetsk, le dijo a The Associated Press que cuatro proyectiles cayeron sobre el vecindario y que probablemente eran misiles Iskander.
Los residentes dijeron haber escuchado cuando menos tres explosiones e indicaron que muchas personas resultaron heridas de gravedad. Varios vecinos estaban sentados el domingo en un patio, examinando en voz baja quién había sido herido y quién seguía desaparecido.
“Hubo una explosión. Todas las ventanas se hicieron añicos y yo fui arrojada al piso”, dijo Oksana, de 45 años, que sólo proporcionó su nombre de pila. Ella se encontraba en su apartamento del tercer piso cuando cayeron los misiles.
“Los muros de mi cocina y mi balcón han desaparecido completamente”, agregó, intentando contener las lágrimas. “Les llamé a mis hijos para decirles que estaba viva”.
Irina Shulimova, una jubilada de 59 años, recordó el terror que la sobrecogió. “No escuchamos ningún sonido que se aproximara, sólo sentimos el impacto. Corrí a ocultarme en el corredor con mis perros. Todos los que conozco comenzaron a llamarme para averiguar qué había pasado. Estaba temblando como una hoja”, manifestó.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy acusó a los rusos de atacar intencionalmente a los civiles.
“Cualquiera que ordena ataques así, cada persona que los ejecuta en ciudades ordinarias, en áreas residenciales, mata en forma absolutamente consciente”, declaró en un discurso a los ucranianos el domingo por la noche. “Después de impactos así, no podrán decir que no sabían o no entendían algo”.
El Ministerio de Defensa ruso no emitió comentarios sobre el ataque en Chasiv Yar en una reunión con la prensa el domingo.
Fuente: AP