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“Tus hijos hablan en códigos… y tú ni lo sabes”: la alerta que todo padre necesita escuchar

Una periodista y madre venezolana lanzó una campaña para alertar a los padres sobre los peligros ocultos en los chats, emoticones y videojuegos que usan nuestros hijos.

por actualidad

Miami.- En un esfuerzo por informar y proteger a la comunidad, Marián de la Fuente desde Actualidad Radio junto a la periodista venezolana Glenda Hernández conversaron de la importancia de visibilizar una valiente campaña de prevención para descubrir un mundo oscuro que muchos padres desconocen: el lenguaje secreto que usan los adolescentes para comunicarse con desconocidos—y en muchos casos, con criminales—sin que sus padres lo noten.

La iniciativa se hizo viral tras la publicación de un video en el que Glenda, a través de su portal SOS NEWS, explica cómo gestos aparentemente inocentes o simples códigos de tres letras (como ASL para “edad, sexo, ubicación”) pueden ser la puerta de entrada a redes de drogas, abuso y explotación infantil.

“No es paranoia, es prevención. Hay más de 300 códigos que los niños y adolescentes están usando para comunicarse con adultos o incluso miembros de carteles de droga a través de redes sociales, videojuegos y chats”, advirtió Hernández.

Entre los códigos más alarmantes mencionados se encuentran:

  • P911: alerta de que los padres están cerca.
  • PLAG, PERC, X o BARS: relacionadas con sustancias como Percocet, Xanax o drogas para fiestas.
  • Emoticones como el biberón (jarabe con cocaína), rayo (fentanilo), o la pastillita (drogas en general), que camuflan transacciones en redes.
  • “8”: símbolo que puede usarse para referirse a prácticas sexuales.

La DEA, junto con otras agencias federales, ha difundido listas similares y se ha unido a plataformas tecnológicas para alertar sobre cómo los delincuentes se infiltran en el entorno digital de nuestros hijos.

“Yo también soy mamá de un adolescente y esto me alarma. Pero más que aislar a nuestros hijos del mundo digital, la clave está en hablar, en educarlos, en convertirnos en su primera línea de defensa”, concluyó Glenda.

 

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