El veterano periodista Armando Guzmán advirtió que la ambigüedad del presidente Donald Trump sobre un eventual ataque a Irán no es improvisación, sino parte de una estrategia bien calculada para mantener una posición de fuerza. Según Guzmán, Trump se enfrenta a presiones cruzadas desde los «halcones» en el Congreso, que le exigen mano dura contra Irán, y el movimiento MAGA, que le recuerda su promesa de evitar cambios de régimen en el extranjero. “El presidente tiene que sopesar todo, y al mismo tiempo tiene que mantener una posición de fuerza”, subrayó.
Guzmán planteó el dilema de la acción militar: si Trump decide atacar y fracasa, “podría pagar seriamente por ese error”. Por otro lado, si logra una acción exitosa, “todo el mundo lo felicitaría y diría, qué gran misión”.
Armando Guzmán fue tajante al describir el rol de Israel en la creciente tensión con Irán. “Netanyahu ha tratado de envolver a todos los presidentes, porque Israel no tiene la capacidad para cambiar el régimen”, explicó el analista. Agregó que el primer ministro israelí “no puede decirle a sus generales: quítenme a Ali Khamenei y pongan a alguien más”. Tampoco puede destruir la infraestructura nuclear de Irán sin el apoyo directo de Washington.
“Está brinque y brinque diciendo: vamos ya, tráiganse sus aviones y sus bombas”, ironizó Guzmán, aludiendo a la insistencia israelí. Pero Trump, hasta ahora, se ha mostrado reacio a precipitar una acción militar de gran escala, dijo de forma concluyente.