Golpeada por el rápido colapso del ejército afgano y la caótica evacuación liderada por Estados Unidos desde el aeropuerto de Kabul, la Unión Europea presentó el miércoles nuevos planes para desarrollar sus propias capacidades de defensa para tratar de garantizar una mayor libertad de actuación en futuras crisis.
Más de 100.000 personas fueron evacuadas en los frenéticos últimos días del puente aéreo estadounidense luego de que el presidente Joe Biden anunció la fecha definitiva de salida de sus tropas, obligando a los países de la UE, incapaces de enfrentar solos al Talibán, a hacer lo mismo. Muchos miles de afganos siguen en el país, desesperados por huir de la incertidumbre del régimen talibán.
Durante el discurso sobre el Estado de la Unión Europea, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo que el fracaso del gobierno y las fuerzas de seguridad en Kabul y su caída en manos de los insurgentes en cuestión de días plantea preguntas preocupantes para el bloque de 27 naciones, pero también para la OTAN.
“Ser testigo de los acontecimientos que se desarrollaron en Afganistán fue profundamente doloroso para todas las familias de los y las soldados caídos», señaló von der Leyen ante los legisladores comunitarios. “Para asegurarnos de que su servicio no sea en vano, tenemos que reflexionar acerca de cómo esta misión pudo terminar de forma tan abrupta».
“Hay cuestiones profundamente preocupantes que los aliados tendremos que abordar dentro de la OTAN», agregó la exministra de Defensa de Alemania, que reconoció que la cooperación con la Alianza, donde Estados Unidos es, de lejos, el miembro más poderoso e influyente, debe seguir siendo una prioridad.
Sin embargo, en su intervención ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, von der Leyen afirmó que “Europa puede — y claramente debería — poder y querer hacer más por sí misma”, e insistió en que “es el momento de que Europa de un paso al frente en el siguiente nivel”.
A principios de este mes, ministros de la UE debatieron la creación de una fuerza de reserva comunitaria con unos 5.000 efectivos para crisis como la del aeropuerto de Kabul. El plan enfrenta la oposición de algunas de las 22 naciones que forman también parte de la OTAN, especialmente las que tienen frontera con Rusia, reconfortadas por las garantías de seguridad de Estados Unidos.
Fuente: AP