El agua era cálida y el sol se mantenía firme sobre la costa de la Florida al llegar la tarde del domingo. Miles de personas se habían reunido en las diversas playas del estado para conmemorar el cuatro de Julio con familiares y amigos.
Escenas similares se replicarían a través de la costa, tal como ocurrió en la playa de Winterhaven Park, del condado de Volusia. Solo que, en este caso, las multitudes se llevarían una gran sorpresa antes de poder disfrutar el espectáculo de fuegos artificiales.
Entre todos los presentes se encontraba un niño de ocho años, quien había dado escasos pasos en el agua para que las olas le llegasen a la cintura. Pero lo que inició como un baño veraniego terminaría con una sorpresa bestial.
Alrededor de las 4:00 pm, el pequeño, que había viajado de Miami para pasar el día en la playa, sintió un dolor agudo en su pierna derecha. Algo se movía bajo del agua mientras las punzadas se intensificaban. Para sorpresa del joven, un tiburón lo había mordido.
El Orlando Sentiel reportó que la criatura medía entre dos y tres pies de longitud, sin poder identificar la especie a la que pertenecía.
A pesar de la sorpresa este cuatro de julio, las autoridades de Volusia están acostumbradas a ataques de este tipo. El condado ha ganado fama por sus violentos tiburones, acumulando 320 ataques desde el año 1882. Solamente el año pasado, el Museo de Florida registró ocho ataques con mordidas tiburón, lo cual correspondió a la mitad de todos los casos en el estado.
A los pocos minutos del ataque, un grupo de salvavidas del condado de Volusia socorrió al joven, brindándole atención inmediata como reportó People Magazine.
Cabe resaltar que los ataques de tiburón siguen siendo un fenómeno poco común en el mundo entero. Aunque Florida es el estado con más incidentes de todo Estados Unidos, el número de ataques es diminuto cuando se considera la enorme cantidad de actividades acuáticas que se llevan a cabo año con año.
El Registro Internacional de Ataques de Tiburones en el Museo de Florida inclusive destaca que la probabilidad de ser atacado por un tiburón en los Estados Unidos es de una en 11.5 millones, mientras que la probabilidad de morir ahogado en la playa es de una en 3.5 millones.
Afortunadamente la herida del pequeño turista no fue grave y los socorristas pudieron transportarlo al Halifax Health Medical Center sin mayor inconveniente, como reportó el Daytona Beach News-Journal.
Fuente: El Nuevo Herald