Mientras conversábamos con Rodrigo González, creador de Veo Israel, Irán comenzó un lanzamiento de misiles hacia Tel Aviv. El periodista relató, con voz entrecortada, su experiencia personal desde el epicentro del ataque, justo antes de que la comunicación se cortara abruptamente.
“Le hablo desde una pieza de seguridad. Estoy sentado aquí, con mis hijos, con mi perro, en una situación que les juro, no logro entender”, expresó González. Su testimonio capturó la cruda realidad de vivir bajo amenaza constante, y su frustración con la inacción internacional. “¿Cómo llegamos hasta aquí? ¿Cómo es posible que, como mundo occidental, como países que creemos en la paz, sigamos permitiendo que un régimen así controle la narrativa?”.
El refugio de González, detalló, es una habitación pequeña pero reforzada, con muros gruesos de concreto armado y una puerta especial que sella herméticamente la ventana para evitar la entrada de escombros y explosiones, así como del aire exterior contaminado. En ese espacio, su familia ha pasado hasta cinco horas, preparados con camas para los niños, dulces, agua y linternas por si se va la luz. “Tenemos que estar preparados”, relató antes de que la comunicación se interrumpiera, dejando a la audiencia en vilo.
Su mensaje trascendió lo personal, buscando una conexión más amplia: “No hablo solo por mí. Lo digo por muchas familias aquí, incluso familias iraníes, que también sueñan con un futuro distinto para sus hijos”.