BEIRUT (AP) — La prensa oficial siria lanzó un ataque furibundo contra el líder del grupo miliciano palestino Hamas, acusándolo de dar la espalda al presidente Bashar Assad y calificándolo de traidor y desagradecido.
En un editorial difundido el lunes por la noche, la televisión siria dijo que Jaled Mashal, quien retiró las oficinas de Hamas en Damasco este año, abandonó el movimiento de resistencia contra Israel y Estados Unidos. Los comentarios demuestran cómo se han deteriorado los profundos vínculos entre Hamas y el régimen sirio —otrora firmes aliados— desde que comenzó el movimiento contra el régimen sirio hace 18 meses.
El ataque pareció una reacción a la decisión de Mashal de participar el domingo en una conferencia del partido gobernante del primer ministro turco Tayyip Erdogan, uno de los críticos más duros de Assad.
Hace menos de dos años Siria, Irán, Hamas y el grupo miliciano libanés Jezbolá formaban parte de lo que llamaban un «eje de resistencia» contra Israel y Estados Unidos. Con la salida de Hamas, pierden una facción palestina importante que gobierna la Franja de Gaza.
Las relaciones entre el régimen de Assad y Hamas se han desintegrado desde que estalló la rebelión siria en marzo del 2011 con protestas en reclamo de reformas. Desde entonces, la revuelta ha escalado en una guerra civil, y los activistas dicen que han muerto ya más de 30.000 personas.
Hamas asumió inicialmente una posición neutral hacia el levantamiento, pero a medida que el medio millón de palestinos que viven en Siria se han indignado por la represión brutal del gobierno, se intensificaron las presiones sobre Hamas por sus relaciones con el gobierno de Assad. A raíz de ello, en febrero Hamas cambió de posición y elogió a los sirios por «avanzar hacia la democracia y la reforma».
Desde entonces, la mayoría de los líderes de Hamas han salido de Siria rumbo a Egipto, donde sus aliados en la Hermandad Musulmana han asumido el poder en elecciones tras el levantamiento que derrocó el gobierno autoritario de Hosni Mubarak. El nuevo presidente islamista de Egipto, Mohamed Morsi, ha sido un crítico enérgico de Assad y su gobierno, que calificó de «régimen opresivo».
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