El último bombardeo del régimen sirio de Bashar al Assad en Alepo dejó un saldo de 27 muertos civiles, entre ellos el último pediatra que trabajaba en una zona controlada por rebeldes, según informaron la cadena Al Jazeera y la ONU.
Aviones de combate de las fuerzas gubernamentales golpearon el hospital Al Quds, en el barrio Sukkary, y entre los muertos se encontraba el médico pediatra Wasem Maaz. Se espera que el número de muertes aumente mientras los equipos de rescate buscan supervivientes entre los escombros del edificio.
La información fue confirmada por Staffan de Mistura, mediador de la ONU en las negociaciones de paz que se llevan adelante en Ginebra. «Hago un llamamiento a Rusia y Estados Unidos para que tomen una iniciativa urgente para relanzar la tregua, que por el momento está en peligro», señaló en rueda de prensa.
A pesar del alto al fuego declarado en Siria el 27 de febrero, la situación en Alepo, la ciudad siria más poblada, volvió a calentarse en los últimos días. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, 107 personas murieron, entre ellas 20 menores, desde el 22 de abril. En tanto 61 de estas muertes fueron causados por bombardeos aéreos.
La ciudad, que es un símbolo de la guerra civil siria desde que fue invadida por rebeldes en 2012, está dividida en barrios controlados por el gobierno y en zonas ocupadas por diferentes facciones islámicas.
El alto al fuego y las negociaciones celebras en Ginebra entre el gobierno sirio y la Comisión Suprema para las Negociaciones, principal alianza opositora, no incluye a grupos terroristas como Estado Islámico y Al Nusra, que continúan chocando con las fuerzas del presidente Assad.
Fuente: EFE