La sesión culminó sin acuerdos y con enfrentamientos verbales.
Debido a las acusaciones del embajador de Venezuela ante el organismo, Samuel Moncada, contra varios gobiernos de Estados miembros de la OEA (Brasil, Canadá, Estados Unidos, México), el embajador de México, Luis Alfonso de Alba, pidió al presidente del Consejo Permanente, Patrick Andrews, que le llamara la atención al representante venezolano para que mantuviera el tono del debate y el respeto, porque si no, provocaría que se levantaran de la sesión.
Moncada dijo al embajador colombiano que «en Colombia pasaron por una enorme guerra y jamás vinimos aquí a denunciarlos, pese a que también sufrimos por esa guerra. ¿Cómo es posible señor embajador que usted no hable de esa crisis? ¿Quiere ayudar? Pare la producción de cocaína».
Las delegaciones de México, Brasil y Estados Unidos hicieron un rechazo a las acusaciones realizadas por Moncada en contra de Colombia, recoge El Impulso.
En un nuevo derecho de palabra, Moncada cargó en contra de la intervención de México en el debate diciendo que «Venezuela necesita tanto un Consejo Permanente en la OEA, como México necesita el muro», a lo que México respondió levantándose de su puesto retirándose por unos minutos de la plenaria. Paraguay también se levantó de la sesión.
El representante venezolano también arremetió contra Canadá, al que acusó de tener ceguera moral y principista.
Minutos después, el embajador mexicano volvió a la mesa de debate pidiendo al presidente del Consejo Permanente el levantamiento de la sesión para evitar más «groserías de parte del vice ministro venezolano».
«El día de hoy es trabajo de usted señor presidente llamar la atención del orador por su impertinencia», dijo Luis Alfonso de Alba.
Más adelante y de manera abrupta, el embajador Patrick Andrews dio por terminada la sesión al explicar que las diferentes declaraciones de todos los Estados serían recogidas en un acta.
Un grupo de 20 países acordó una declaración conjunta en la que emplazan a la Organización de Estados Americanos a concretar una hoja de ruta «en el menor plazo posible» para «apoyar el funcionamiento de la democracia y el respeto al Estado de Derecho» en Venezuela.
Este texto es el cimiento para una resolución que se preparará en «los próximos días» y fijará «el mecanismo» con el que la OEA dará seguimiento a la situación en Venezuela, según explicó a los periodistas el embajador mexicano en la OEA al término de la reunión.
El documento lo presentó la embajadora de Canadá, Jennifer May Loten, durante la sesión pero el documento no se sometió a votación, aunque tenían dos votos más de los necesarios para que se aprobara.
La resolución más concreta que se preparará en los próximos días sí se votará en un Consejo Permanente de la OEA, confirmó De Alba.
El documento acordado se limita a emplazar a la OEA a «seguir examinando opciones, con la participación de todas las partes en Venezuela, para apoyar el funcionamiento de la democracia y el respeto al Estado de Derecho dentro del marco constitucional venezolano».
«Coincidimos en la necesidad de que encontremos propuestas concretas para definir un curso de acción que coadyuve a identificar soluciones diplomáticas, en el menor plazo posible, en el marco institucional de nuestra organización y a través de consultas incluyentes con todos los Estados miembros», agrega el texto.
Entre los firmantes del texto están Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay, Jamaica, Santa Lucía, Antigua y Barbuda, Barbados y Guyana, según confirmaron a Efe fuentes diplomáticas.
El texto solo tiene tres puntos y no incluye las demandas de fijar un calendario electoral, liberar «presos políticos» y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional de Venezuela, que sí recoge la declaración conjunta de 14 países publicada el pasado jueves.
Fuente: Miamidiario.com