“La seriedad de las violaciones fluctúan desde cosas que son relativamente inocuas a cosas que son bastante serias, como la que tuvimos en Cartagena y no olvidemos la penetración que tuvimos en la Casa Blanca con la pareja aquella que se metió en la fiesta del presidente Obama, eso para mí fue extremadamente serio. El problema es de liderato dentro del servicio secreto y de la selección de agentes”.
“La evaluación se hace basada en una investigación de seguridad nacional que se hace del individuo, algunos entran al servicio de protección del presidente, algunos entran al servicio de avanzada de la Casa Blanca y algunos entran al servicio uniformado, que son los guardias de seguridad que tu ves en las puertas, todos ellos son miembros del servicio secreto. Los accesos y las normas de seguridad de cada uno varían, pero la intensidad de lo que se espera de ellos es la misma”.
“Esto es un escándalo que va para largo, esta investigación yo creo que va a durar más de un año. No es una cosa sencilla, hay mucha tierra que levantar, hay demasiadas cosas escondidas y te garantizo que no solamente son estos 22 muchachos, si se hace una investigación como se tiene que hacer a través del servicio secreto de cabo a rabo, desde el primer caso que se reportó hasta el último caso que se reportó, muchas personas van a dimitir a sus cargos”.