Desde hace algunos meses, Puerto Rico sufre de una sequía, que ha llegado a afectar ya en distintos grados de intensidad al 83 % de su superficie y a una población de más de 2,5 millones de personas, de un total de más de 3,5 millones de habitantes, según el último informe del Monitor de Sequía de Estados Unidos difundido hoy.
El 12,4% del territorio sufre sequía extrema, por falta de lluvias, lo que afecta principalmente a una franja que se extiende desde el sureste de la isla caribeña, indicó el informe.
Los municipios incluídos en el grado de sequía extrema son los de: Caguas, Juncos, Gurabo, San Lorenzo, Guayama, Salinas, Arroyo, Patillas, Maunabo, Yabucoa, Cayey, Cidra, Las Piedras, Trujillo Alto, Carolina, Canóvanas, Río Grande, Luquillo y Fajardo.
Una superficie del 17 %, concentrada en el interior de la franja oeste, a pesar de lo reducido del territorio de Puerto Rico, permanece al margen de la sequía y mantiene precipitaciones similares a las de otros años.
El informe del Monitor de Sequía de EE.UU., apunta que en las últimas semanas la sequedad siguió dominando en la isla y en todo el Caribe, como queda reflejado por unas precipitaciones muy por debajo de lo normal.
San Juan registró solo 1,59 pulgadas de lluvia entre los pasados días 1 y 28, lo que significa 3 pulgadas por debajo de lo normal.
El organismo encargado del suministro del servicio de agua, La Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), informó hoy de que el Embalse de Carraízo, que da servicio al área metropolitana de San Juan, registraba un nivel de 34 metros, cuando el nivel óptimo es de 41.
El Embalse de La Plata, otro de los que se nutre el área metropolitana, estaba a 36 metros, muy por debajo de los 51 considerados óptimos.
Hasta el momento, más de un tercio de la población de Puerto Rico está afectado por un plan de racionamiento en el suministro de agua potable, que comenzó en mayo y que en algunos casos se extiende por 24 de cada 48 horas y en otros incluso durante dos de cada tres días.
Este fue el primer racionamiento de agua que se decretaba en la isla caribeña desde la sequía de 1994, considerada la más dura en la historia reciente de Puerto Rico.