WASHINGTON (AP) — Los senadores republicanos rechazaron el viernes la propuesta más reciente del presidente Joe Biden en materia de infraestructura, a medida que las conversaciones avanzan dificultosamente y se acerca el plazo de la semana próxima para lograr un acuerdo bipartidista.
Tras la publicación de un moderado reporte acerca del mercado laboral de mayo, Biden dio sus argumentos a favor de un paquete de inversiones para sacar a la economía de la crisis del COVID-19 y llevarla hacia una nueva era.
“Ahora es el momento de avanzar sobre los avances realizados”, dijo Biden a la prensa desde Rehoboth Beach, Maryland. “Tenemos que hacer esas inversiones hoy para seguir teniendo éxito mañana”.
El secretario del Transporte, Pete Buttigieg, ha dicho que Biden tratará de seguir adelante sin el apoyo republicano si no hay consenso una vez que el Congreso regrese de su receso y mientras los demócratas están sentando las bases para actuar por su cuenta.
Preguntada sobre el plazo del 7 de junio, la secretaria de prensa, Jen Psaki, dijo el jueves que no es un plazo rígido. “Mantendremos abiertas nuestras opciones para ver por cuáles caminos podemos avanzar”.
Aunque Biden y los senadores republicanos han reducido la brecha entre el proyecto inicial de 2,3 billones de dólares y la contraoferta de 568.000 millones, persisten las diferencias sobre la manera de financiar una inversión acordada de 1 billón de dólares.
Los republicanos rechazan la propuesta de Biden de un impuesto mínimo de 15% a las empresas que obligarían a todas a pagar algo, en lugar de la multiplicas de exenciones y deducciones que reducen a cero sus aportes al erario.
Un republicano al tanto de las conversaciones y que habló bajo la condición de anonimato dijo que los senadores de la oposición consideran que el aumento de los impuestos contenido en la propuesta es innecesario.
En cambio, los republicados encabezados por la senadora Shelley Moore Capito, quien prevé tener una reunión con Biden en las próximas horas, propondrán que se aprovechen los fondos no utilizados del rescate de COVID-19 para financiar las inversiones en infraestructura, una posición que rechaza el equipo de Biden.