Tras dos días de demoras en la entrega de resultados oficiales de las elecciones generales, las autoridades electorales de Honduras informaron el miércoles que se redujo la ventaja del opositor Salvador Nasralla frente a su contrincante, el actual presidente Juan Orlando Hernández.
Después de tener una ventaja de cinco puntos porcentuales tras el anuncio de los primeros resultados el lunes temprano, la diferencia de Nasralla frente a Hernández se redujo el miércoles a menos de 1% tras haberse procesado 76% de los votos, lo cual ha incrementado las tensiones en la nación centroamericana. Hasta ese momento del conteo, Nasralla tenía 42,6% de los sufragios y Hernández contaba con 41,7%.
Desde los comicios del domingo, ambos candidatos se han proclamado ganadores.
El miércoles por la mañana, Nasralla denunció un supuesto fraude en su contra. «El gobierno adulteró las actas electorales, pero defenderé los votos donde sea», advirtió sin presentar pruebas y convocó a sus seguidores a protestar en las calles de Tegucigalpa.
«Soy del Partido Nacional (oficialista) y siento vergüenza por lo que pasa porque veo cómo algunos se prestan al capricho de los que no quieren soltar el gobierno», dijo a The Associated Press Karo Ávila, una estudiante universitaria de periodismo.
Miles de seguidores de la Alianza Opositora protestaron en Tegucigalpa coreando la consigna «Fuera JOH (las iniciales del presidente)». Portando enormes banderas de Honduras y de su partido, de colores rojo y negro, los manifestantes se dirigían al Tribunal Electoral para exigir un conteo rápido y definitivo de los votos.
El opositor instó a los observadores de Europa y América Latina que se encuentran en el país a crear una comisión especial para investigar los comicios. «De lo contrario, Hernández me robará el triunfo», subrayó.
La Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos llamó la víspera a la ciudadanía a mantener la calma mientras se esperaban los resultados oficiales y pidió a los partidos políticos continuar fiscalizando el proceso de manera responsable.
El miércoles por la tarde, la vocera del Departamento de Estado estadounidense urgió a los candidatos a respetar los resultados oficiales una vez que se publiquen.
Hernández se ha declarado cuatro veces vencedor por obtener una supuesta mayoría en 13 de las 18 provincias del país.
El presidente del Tribunal Electoral, David Matamoros, había dicho inicialmente que los resultados finales estarían listos el jueves debido a que los camiones del ejército, que transportaban por carreteras los documentos electorales, retornaban lentamente a la capital. Pero poco después anunció que la información estaría lista la noche del miércoles, mientras el Tribunal alimentaba los datos del sufragio.
Ramiro Lobo, uno de los magistrados del Tribunal Electoral, dijo a periodistas que la tendencia favorable a Nasralla “es irreversible», algo en lo que no coinciden Hernández ni su partido.
El exministro de Defensa y seguidor de Nasralla, Arístides Mejía, acusó a Matamoros y a otro miembro del Tribunal de «manipular la transmisión de los datos de la consulta para tratar de no dar una victoria a nuestro candidato» e indicó que al introducir la información los funcionarios prefieren los lugares ganados por Hernández.
Pero Terensio Siera, jefe de operaciones del Tribunal, manifestó que «eso no ocurre. Existe una mala información al respecto».
El Equipo de Reflexión e Investigación, una asociación cercana a los jesuitas de Honduras, reportó en una reciente encuesta nacional que 77% de la población dudaba del Tribunal Electoral por estar fuertemente controlado por el gobierno.
Los cambios de última hora en el conteo de votos «nos exigen estar atentos para no permitir que los resultados electorales sean maliciosamente modificados y que en esta ocasión el voto popular sea una manifestación concreta de la soberanía sobre nuestro futuro», alertaron los religiosos.
«Son elecciones reñidas», dijo a The Associated Press el asesor presidencial Marvin Ponce. «No hay fraude porque la mayoría de los observadores extranjeros son liderados por izquierdistas», sostuvo y vaticinó que Hernández obtendrá unos 30.000 votos más que Nasralla.
Las Iglesia católica pidió a los candidatos que acepten “con hidalguía sus derrotas y sus triunfos» y remarcó que «una suspicacia… puede detonar los sentimientos de inseguridad y división a los que algunos políticos nos han llevado en los últimos años».
Nasralla encabeza una coalición conservadora y de izquierda llamada Alianza Opositora contra la Dictadura que creó el expresidente Manuel Zelaya para frenar la aspiración reeleccionista de Hernández. Zelaya fue derrocado por un golpe militar en 2009 luego de proponer un referendo reeleccionista.
Hernández es un aliado de Estados Unidos en el combate a las pandillas y el narcotráfico, pero también ha sido vinculado con un supuesto financiamiento ilícito relacionado con las drogas, lo que él ha rechazado.
Pese a que la constitución de 1982 prohíbe la reelección, Hernández logró postularse gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia de mayo de 2015 que los opositores consideran ilegal.
Fuente: Associated Press