A la pugna entre las dos directivas de la Asamblea Nacional de Venezuela se sumó el miércoles la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, que anunció un acto en el palacio legislativo a la misma hora que la sesión que convocó la mayoría opositora en el mismo espacio, lo que presagiaba posibles confrontaciones y una escalada de las tensiones en el país suramericano.
Tras varias semanas sin operar, la Constituyente sorprendió la víspera al declararse en “sesión permanente” y llamar a un acto especial en el palacio legislativo, que en los últimos días ha sido centro de fuertes tensiones. Las fuerzas de seguridad le negaron el acceso al líder opositor Juan Guaidó y algunos congresistas opositores en la sesión de instalación del Congreso el 5 de enero. Los miembros de una directiva paralela integrada por desertores del bloque opositor juramentaron sus cargos ese día.
Guaidó, quien fue ratificado como jefe del Legislativo y presidente interino de Venezuela por la mayoría opositora, logró el 7 de enero ingresar por la fuerza al palacio legislativo, junto a varias decenas de sus colegas opositores, y celebrar una sesión en uno de los dos hemiciclos.
Pese a la convocatoria de la Constituyente, la directiva encabezada por Guaidó ratificó el miércoles que celebraría su sesión en el palacio legislativo, pero se desconocía si las fuerzas de seguridad les permitirán el paso.
Por su parte, el jefe de la directiva paralela, el diputado Luis Parra, quien ha sido reconocido por el presidente Nicolás Maduro, no había informado hasta el momento si también acudiría el miércoles para celebrar una sesión. El nombramiento de la directiva paralela fue objetado por Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los países de la región, que ratificaron su respaldo a Guaidó.
Parra, quien fue expulsado del partido opositor Primero Justicia tras ser señalado de corrupción y sancionado esta semana por Washington, se quejó el martes en un comunicado, que difundió en su cuenta de Twitter, de la decisión que tomó Maduro de presentar su informe anual ante la Constituyente y no acudir a la Asamblea Nacional, tal como lo prevé la constitución.
La escalada de las tensiones políticas ocurría en medio de una compleja crisis económica dominada por una severa recesión que se ha extendido por seis años, una desbocada hiperinflación y la escasez de bienes básicos.
Fuente: AP