El presidente colombiano Juan Manuel Santos dijo el jueves en las Naciones Unidas que no aboga por la legalización de las drogas pero que es necesario replantear la guerra contra el narcotráfico y dejar de encarcelar a adictos y pequeños campesinos que las cultivan.
«¿Cómo le explico yo a un humilde campesino colombiano que va a ir la cárcel por cultivar marihuana cuando en cualquiera de los estados de Colorado o en Washington, aquí en los Estados Unidos, cualquiera puede producirla, venderla y consumirla libremente? No tiene sentido,» dijo Santos durante una cumbre sobre el problema de la droga que se celebra en la Asamblea General de la ONU.
Agregó que «si hemos aplicado una receta basada principalmente en la represión por tanto tiempo, sin resolver el problema, es hora de replantear el tratamiento».
Santos destacó, sin embargo, la necesidad de enfocarse en combatir a los «eslabones más fuertes», como los carteles de drogas. También dijo estar a favor de garantizar el acceso a sustancias controladas para usos médicos y científicos, tal y como ya hace Colombia. Esa medida está incluida en una resolución aprobada por la Asamblea General durante la cumbre.
Santos, que definió a su país como la nación que más sacrificios y costos ha pagado por la guerra contra el narcotráfico, dijo estar de acuerdo con varios puntos de la resolución de la ONU que pide un mayor enfoque en la salud pública y programas de rehabilitación y prevención en lugar de medidas de represión. Pero el mandatario destacó que aún queda mucho camino por recorrer y que éste es el inicio de la conversación y no el final.
La cumbre, que comenzó el martes, fue abierta por el presidente guatemalteco Jimmy Morales que pidió que se prescinda de respuestas punitivas que no han solucionado el flagelo. El mandatario mexicano Enrique Peña Nieto también participó y sugirió la necesidad de avanzar hacia la legalización del uso de la marihuana con fines médicos y científicos.
El presidente colombiano pidió el jueves una moratoria en la aplicación de la pena de muerte en delitos relacionados con drogas mientras se alcanza un consenso para su eliminación.
También admitió que no habrá un mundo libre de drogas, el objetivo que la ONU se propuso lograr durante la última cumbre sobre el tema en 1998 y que ha sido calificado por varios líderes mundiales y del sector civil de poco realista.
Santos recalcó que Colombia seguirá combatiendo el crimen organizado.
«Ahora mismo trabajamos para afirmar una paz en nuestro país con grupos guerrilleros que han participado en la cadena del narcotráfico y para convertirlos en aliados, para la erradicación de los cultivos ilícitos y la promoción de proyectos productivos alternativos. Si lo logramos éste será un giro histórico… no sólo para Colombia sino para el mundo entero», señaló.
Desde fines de 2012 el gobierno de Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) adelantan en la capital cubana un proceso de paz para tratar de poner fin a más de 50 años de conflicto armado interno.
Hasta ahora las delegaciones negociadoras han llegado a acuerdos en temas como una reforma agraria en el país, la participación en política de los guerrilleros, la lucha frontal contra el narcotráfico, el resarcimiento a las víctimas y la forma en que los actores del conflicto armado pagarán por sus crímenes.
Fuente: Associated Press