Alex Saab, el testaferro del gobernante venezolano Nicolás Maduro arrestado el viernes en Cabo Verde, tenía bajo su nómina a integrantes de los servicios de inteligencia de Colombia y compartía la información que obtenía con el régimen de Caracas, dijo el ex jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Manuel Cristopher Figuera.
La información, que corrobora las declaraciones de altos funcionarios del chavismo que alegan que Caracas tiene a los cuerpos de inteligencia de Colombia intervenidos, genera preocupación entre personalidades del vecino país, incluyendo al ex presidente Andrés Pastrana, quien exige que las denuncias sean investigadas.
Saab se encuentra actualmente en el centro de un forcejeo entre Estados Unidos — que solicitó su extradición al país africano para que enfrente cargos por lavado de dinero — y el régimen de Maduro, que desea evitar eso a toda costa.
Según las investigaciones en Estados Unidos, Saab no solo es el principal socio de Maduro en una serie de multimillonarios tramados de corrupción, sino que también es el principal arquitecto de los distintos esquemas financieros y comercialización de productos contrabandeados que han permitido al régimen resistir las sanciones de Washington.
Pero Saab adicionalmente brindaba otro valioso servicio al régimen de Caracas, dijo Figuera, quien fue el jefe de inteligencia de Maduro hasta que rompió filas con el chavismo en abril del 2019.
“Saab tenía a funcionarios del servicio de inteligencia [de Colombia] controlados, los tenía en su nómina”, dijo Figuera a el Nuevo Herald.
La penetración del servicio de inteligencia colombiano se la brindó el propio Saab en una conversación en la que el empresario colombiano se ofreció a organizar un encuentro informal para establecer relación con los oficiales de inteligencia comprometidos.
“Le pregunté que si eran confiables y [Saab] me respondió que totalmente; muy interesante, le dije”, relató el ex jefe del Sebin en una breve entrevista. “En ese punto me invitó a que nos tomáramos un café y dijio que él me pondría en contacto con ellos. Ese encuentro nunca se concretó, pero me quedó claro que Saab era uno de los caballos de Troya de Maduro” en Colombia.
El empresario también le informó a Figuera que en su red de información contaba además con personas dentro del sector bancario y del sector militar.
El régimen venezolano cuenta con distintos servicios de inteligencia que compiten entre sí, pero Saab tiene una relación directa con la pareja presidencial.
Funcionarios del régimen de Caracas han asegurado en distintas ocasiones que tienen intervenido a los servicios de inteligencia del país vecino.
En la más reciente manifestación de ello, el ministro de Comunicación del régimen, Jorge Rodríguez, aseguró que los “agentes infiltrados” en las fuerzas armadas y servicios de inteligencia de Colombia habían suministrado intervención vital para interceptar la fracasada incursión a inicios de mayo de militares venezolanos disidentes liderados por la firma de seguridad privada con sede en Florida, Silvercorp.
“Esto es producto de las infiltraciones que nosotros tenemos en el seno de la inteligencia colombiana, en el seno de la inteligencia de la fuerza armada colombiana, que nos permitió acceder a muchas horas de grabación de Hernán Alemán [diputado opositor] y de Clíver Alcalá Cordones,” el general venezolano que coordinó la fracasada operación, dijo Rodríguez.
La posibilidad de que los organismos de seguridad colombianos se encuentren intervenidos por Maduro es un factor que genera gran preocupación en el país andino.
“Esto es gravísimo”, manifestó Pastrana en una breve conversación telefónica con el Nuevo Herald. “Nosotros le hemos preguntado al presidente de la república en varios mensajes de Twitter, que cuándo comienza la investigación en la Policía Nacional”.
Saab, considerado como el arquitecto de la estructura comercial que permite al régimen venezolano resistir las sanciones estadounidenses, fue arrestado el viernes en Cabo Verde luego que su avión hiciera escala allí para reabastecerse en camino a Irán.
Tras su detención, las autoridades estadounidenses iniciaron rápidamente el proceso de extradición de Saab en un intento por evitar una situación similar a la producida con la detención en Aruba del ex jefe de inteligencia del fallecido Hugo Chávez, Hugo “el Pollo” Carvajal, quien fue liberado luego que Maduro ejerciera intensa presión sobre las autoridades de la isla.
El régimen de Caracas emitió el domingo una enérgica protesta por la detención de Saab, indicando que el empresario de 48 años viajaba con un pasaporte venezolano en una “misión humanitaria” para comprar comida y suministros médicos.
De ser extraditado, Saab probablemente sería trasladado inicialmente a Miami, donde enfrenta cargos por lavado de dinero ante la Corte Federal del Sur de Florida.
Según la acusación introducida en julio del 2019, Saab y su socio, Álvaro Pulido, operaban un sistema de corrupción y lavado que les había permitido transferir $350 millones fuera de Venezuela a cuentas en el extranjero. De ser hallados culpables, enfrentarían hasta 20 años de prisión.
Pero Saab también es investigado en Nueva York por cargos relacionados con el narcotráfico, y las acusaciones formales contra el empresario podrían aumentar tan pronto sea procesado por el sistema judicial estadounidense, dijeron fuentes vinculadas a las investigaciones federales a el Nuevo Herald.
La eventual extradición de Saab dejaría al régimen sin el arquitecto del sistema financiero que le ha permitido resistir las sanciones estadounidenses.
“Ese es el hombre que maneja la comercialización de los tres productos que exporta Venezuela actualmente, cocaína, oro y petróleo, en esa orden, y además es quien controla la compra de alimentos”, dijo una fuente cercana a las investigaciones estadounidenses que habló bajo condición de anonimato.
“Él fue el que construyó las estructuras financieras sobre las cuales opera el régimen hoy en día, el que montó todo el programa de comercialización de oro en Turquía, el que montó toda la estructura de comercialización de petróleo en Singapur”, agregó.
Fuente: Antonio Maria Delgado – El Nuevo Herald