Lochte, de 32 años, fue acusado por la policía brasileña de inventar una historia sobre ser robado a mano armada en Río de Janeiro, la madrugada del pasado domingo. En ese momento, el nadador dijo que un grupo de cuatro policías lo había asaltado a él y sus compañeros en plena madrugada cuando regresaban de una fiesta.
El jefe de la policía de Brasil, Fernando Veloso confirmó parte de la historia de Lochte, pues un guardia de seguridad apuntó con un arma Lochte y los otros tres nadadores estadounidenses después de que dañaron un baño en una gasolinera en el suburbio de Río de Barra de Tijuca.
«Independientemente de la conducta de cualquier otra persona esa noche», escribió Lochte hoy en su cuenta Instagram, «debería haber sido mucho más responsable en cómo me comportaba».