Las fuerzas rusas lanzaron antes del amanecer del miércoles más de 50 misiles y drones explosivos contra la red eléctrica ucraniana, en una operación contra una amplia zona que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, describió como un ataque “masivo”.
El bombardeo golpeó objetivos en siete regiones ucranianas, incluidas la zona de Kiev y partes del sur y el oeste, y causó daños en viviendas y la red ferroviaria del país, según las autoridades. Tres personas, incluida una niña de ocho años, resultaron heridas, según las autoridades.
Rusia ha atacado con frecuencia la infraestructura energética ucraniana durante la guerra, que entra en su tercer año y se ha cobrado miles de vidas. Al cortar la electricidad, las fuerzas del Kremlin intentan privar de su fuente de energía a la manufactura ucraniana, especialmente a las plantas militares, y hundir la moral de los ucranianos.
Las andanadas masivas también consumen defensas antiaéreas ucranianas mientras las fuerzas mermadas de Kiev esperan a recibir la nueva remesa del prometido apoyo militar occidental. Las fuerzas ucranianas han pedido más sistemas antiaéreos con estándares de la OTAN, como Patriots.
Rusia golpeó la infraestructura ucraniana durante el “invierno del apagón” de 2022-23. En marzo inició una nueva ronda de ataques, uno de los cuales destruyó por completo la central eléctrica de Trypilska cerca de Kiev, una de las más grandes del país.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha descrito los ataques como represalias por los ataques contra refinerías de petróleo rusas. El miércoles, un ataque ucraniano golpeó una terminal de crudo e hirió a cinco trabajadores, además de provocar un incendio, según indicaron las autoridades nombradas por Rusia en la región de Luhansk, que está parcialmente ocupada.
Aunque son frecuentes, los bombardeos rusos se han vuelto menos regulares en las últimas semanas, y las autoridades ucranianas sospechan que Moscú está acumulando recursos antes de una gran ofensiva que podría producirse en las próximas semanas.
El frente de 1.000 kilómetros (600 millas) apenas ha cambiado desde los primeros meses de la guerra, aunque Rusia ha hecho pequeños pero constantes avances en algunas zonas mientras Ucrania lidia con la falta de tropas y armas.
En una publicación en redes sociales, Zelensyy señaló que los ataques del miércoles se habían producido el día en el que Ucrania conmemora el final de los combates en Europa de la II Guerra Mundial.
El operador de la red eléctrica nacional, Ukrenergo, reportó impactos en instalaciones en las regiones de Vinnytsia, Zaporiyia, Kirovohrad, Poltava e Ivano-Frankivsk.
Dos instalaciones energéticas fueron alcanzadas en la región de Leópolis, que se encuentra en el extremo oeste del país y lejos de las líneas del frente, según el gobernador regional, Maksym Kozytskyi.
El ataque “dañó gravemente” el equipamiento en tres centrales térmicas DTEK, el mayor proveedor privado de energía en Ucrania, indicó la compañía.
Era el quinto ataque en seis semanas contra las instalaciones de la compañía, señaló DTEK. En total, desde el inicio de la invasión rusa de plena escala en febrero de 2022, los activos de la firma han sufrido ataques en 180 veces, lo que mató a tres trabajadores e hirió a 51.
Rusia lanzó 55 misiles y 21 drones Shahed durante la noche, según dijo la fuerza aérea ucraniana. Las defensas antiaéreas derribaron 39 de los misiles y 20 de los drones, dijo el comandante de la fuerza aérea ucraniana, Mykola Oleshchuk.
Las fuerzas rusas también dañaron la estación ferroviaria y las vías en la ciudad de Jersón, según la operadora ferroviaria nacional Ukrzaliznytsia.
Fuente: AP