Las fuerzas rusas han expulsado al ejército ucraniano de la ciudad más grande de la región fronteriza rusa de Kursk, afirmaron las autoridades el jueves, mientras funcionarios estadounidenses esperaban la respuesta del Kremlin a una propuesta de alto el fuego de 30 días en el conflicto, que ya dura tres años. Ucrania ha aceptado el plan.
El anuncio del Ministerio ruso de Defensa de que ha retomado el control de Sudzha, horas después de que el presidente, Vladímir Putin, visitara a sus comandantes en Kursk vestido con uniforme militar, no pudo ser verificado de manera independiente. Las autoridades ucranianas no hicieron comentarios inmediatos.
La renovada operación rusa y la publicitada visita de Putin a sus tropas se produjeron mientras el presidente estadounidense Donald Trump presiona para buscar un fin diplomático a la guerra. Estados Unidos levantó el martes su suspensión del 3 de marzo de la ayuda militar a Kiev después de que altos funcionarios estadounidenses y ucranianos avanzaran en cómo detener los combates en conversaciones celebradas en Arabia Saudí.
Trump dijo el miércoles que “ahora depende de Rusia” mientras su gobierno presiona a Moscú para que acepte el alto el fuego.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el jueves que los negociadores estadounidenses iban camino de Rusia, pero no quiso comentar sobre la opinión de Moscú sobre la propuesta de alto el fuego.
“Antes de que comiencen las conversaciones, y aún no han comenzado, sería incorrecto hablar de ello en público”, dijo a los periodistas.
Altos funcionarios estadounidenses dicen que esperan ver a Rusia detener los ataques a Ucrania en los próximos días.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo a Fox News que el asesor de seguridad nacional Mike Waltz habló el miércoles con su homólogo ruso. También confirmó que el enviado especial de Trump, Steve Witkoff, se dirigirá a Moscú para conversaciones con funcionarios rusos, posiblemente incluyendo a Putin.
Al señalar su apertura a un alto el fuego, Ucrania ha presentado al Kremlin un desafío difícil en un momento en que el Ejército ruso tiene la iniciativa en la guerra: si acepta una tregua y renuncia a hacer nuevos avances, o rechaza la oferta y se arriesga a descarrilar un cauto acercamiento con Washington.
El ejército ucraniano controla territorio en Kursk desde hace siete meses, y se ha visto bajo intensa presión durante meses por un renovado esfuerzo de las fuerzas rusas, respaldadas por tropas norcoreanas. La audaz incursión de Ucrania en agosto pasado llevó a la primera ocupación de suelo ruso por tropas extranjeras desde la II Guerra Mundial y avergonzó al Kremlin.
Ucrania emprendió la incursión en un intento de contrarrestar las incesantes noticias desalentadoras del frente, así como de desviar a las tropas rusas del campo de batalla dentro de Ucrania y obtener una ventaja en cualquier negociación de paz.
Pero la incursión no cambió significativamente la dinámica de la guerra.
Fuente: The Associated Press