Rusia ha abandonado este martes de forma definitiva el Tratado de Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE) en el marco de su progresiva desvinculación con acuerdos internacionales, acelerada a raíz del inicio de la ofensiva militar sobre Ucrania en febrero de 2022.
El procedimiento para completar la ruptura del FACE «se ha completado a las 00.00 horas del 7 de noviembre de 2023», reza una nota del Ministerio de Exteriores ruso. Por tanto, este documento legal, que Moscú ya había dejado en suspenso en el año 2007, «es ahora historia», ha zanjado.
«Teniendo en cuenta la responsabilidad directa de los países de la OTAN al incitar al conflicto en Ucrania, así como la adhesión de Finlandia a la Alianza y el estudio de una solicitud similar por parte de Suecia, hasta la conservación formal del FACE se ha vuelto inaceptable desde el punto de vista de la seguridad de Rusia», ha advertido.
Moscú «deja abierta la puerta al diálogo» para favorecer el control de armas convencionales en Europa, pero el Ministerio de Exteriores considera que son los gobiernos occidentales quienes prefieren conservar un «bloque antirruso».
El FACE se concibió en la etapa final de la Guerra Fría como dique de contención para la expansión armamentística de la Unión Soviética, con una equiparación de capacidades entre el bloque de la OTAN y los países del Pacto de Varsovia. Sin embargo, las autoridades acusaron a la Alianza Atlántica de saltarse los compromisos, como han recordado ahora.
Fuente: Europa Press
