Tras el balotaje para elegir al nuevo presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves lideraba los primeros resultados oficiales y en un discurso el domingo por la noche llamó a la unidad para enfrentar los problemas del país.
Con más del 96% de las mesas escrutadas, el exministro de Hacienda y candidato del partido Progreso Social Democrático había logrado el 53% de los votos, frente al 47% del expresidente José María Figueres, del Partido Liberación Nacional, quien al poco tiempo reconoció su derrota.
Chaves, quien sirvió brevemente en el gobierno del actual mandatario, Carlos Alvarado, y recientemente se vio envuelto en un escándalo de acoso sexual que le costó un puesto en el Banco Mundial, fue la sorpresa de la primera ronda electoral en febrero. Figueres gobernó Costa Rica entre 1994 y 1998 bajo el mismo bloque político que su padre, José Figueres Ferrer, que fue presidente en tres ocasiones.
Chaves y Figueres disputaron un balotaje en el que 42,72% de los electores convocados no asistió a votar. No se espera que la autoridad electoral declare a un vencedor el domingo, pues se tiene programado que el conteo definitivo inicie el martes.
En un discurso por la noche, Chaves dijo que “recibo con humildad este resultado (…) Para mí esta no es una medalla ni un trofeo, sino una enorme responsabilidad, colmada de retos y dificultades que todos nosotros vamos a resolver”.
Chaves destacó el proceso democrático que llevó a su virtual elección y envió su reconocimiento a Figueres.
“Entiendo el mandato que he recibido hoy como una obligación para ejercer mi liderazgo con honradez, eficiencia, transparencia y para las personas más vulnerables de nuestra patria”, agregó. También hizo un llamado a bajar las banderas partidarias y unir al país frente a los retos que enfrenta, como el desempleo y el déficit fiscal que la administración de Alvarado ha trabajado por controlar.
Ahora Chaves tendrá un mes para formar su equipo de gobierno antes de recibir la banda presidencial el próximo 8 de mayo.
“Costa Rica ha votado y el pueblo ha hablado, nosotros como demócratas que somos siempre seremos respetuosos de esa decisión. Felicito a Rodrigo Chaves y le deseo lo mejor”, dijo Figueres poco antes del discurso de Chaves ante sus partidarios en un hotel en San José. Figueres aseguró que sigue pensando que Costa Rica vive una “profunda crisis” y que el país está en un estado de emergencia, por lo que mantiene su pretensión de ayudar a rescatar al país.
Los dos hombres lideraron duras campañas que hicieron hincapié en antiguas controversias. Ninguno se acercó en la primera votación al 40% de votos necesario para evitar la segunda vuelta. Los últimos sondeos les mostraban en un empate técnico de cara a los comicios del domingo.
El politólogo Francisco Barahona aseguró que el poco entusiasmo de los costarricenses en esta votación tiene mucho que ver con el tipo de campaña, llena de ataques directos entre los candidatos. “En los debates solo calentaron en confrontaciones de tipo personal, maltrato de uno a otro, no se profundizó en propuestas para resolver los problemas del país, los debates no ayudaron al electorado para motivarse”, comentó el analista.
Para Barahona, la insatisfacción generalizada sobre la calidad de los dos candidatos será uno de los elementos que explique un esperable alto abstencionismo. “Para mucha gente es vergonzoso decir que va a votar por uno u otro, y muchos otros prefieren decir que no votarán por ninguno de los candidatos o simplemente no irá a votar”.
En las primeras horas de la votación, la asistencia a las urnas fue variable, pues en algunos centros en San José hubo filas antes de la apertura de los centros, mientras que en otros los pasillos lucían con pocos votantes. Por la tarde, en un recorrido realizado por The Associated Press por varios cantones de la provincia de San José fue posible observar una baja afluencia de votantes en centros de votación de lugares como Goicoechea, Moravia, Montes de Oca, Desamparados, Tibás y el centro de la capital costarricense.
“No ha sido tanta gente como se vio en la primera votación de febrero y ahora que empezó a llover creo que va a costar más que llegue la gente a votar”, dijo Edgardo García, uno de los voluntarios en las afueras de un centro de votación en San José.
Las autoridades electorales investigaban la campaña de Chaves por una supuesta infraestructura paralela ilegal de financiamiento.
Por su parte, Figueres ha sido cuestionado por un pago de 900.000 dólares en concepto de consultoría que recibió tras su presidencia de la compañía de telecomunicaciones Alcatel cuando la firma competía por un contrato con la compañía eléctrica nacional. Nunca se presentaron cargos en su contra y él ha negado cualquier infracción.
Aunque Costa Rica ha disfrutado de una estabilidad democrática relativa en comparación con otros países de la región, el público se ha sentido frustrado con los escándalo de corrupción política y el alto desempleo.
En la votación de febrero, el partido de Alvarado prácticamente desapareció del paisaje político y se quedó sin escaños en el nuevo congreso. Cuando se celebró esa primera vuelta, el país atravesaba un pico de contagios de COVID-19, aunque los casos y las hospitalizaciones han remitido de forma considerable desde entonces.
Fuente: AP