
Foto de C.M. GUERRERO- elNuevoHerald.com
La orden de arresto contra agentes de la Policía de Sweetwater —un documento de 59 páginas con los detalles de una pesquisa que se ha extendido por cuatro años— parece el libreto de una película de terror.
Escudados en su posición de representantes de la ley, un grupo de policías arrestaba a sospechosos de delitos y lo que seguía era abuso físico y robos, digno de pandilleros experimentados.
Entre las más de una decena de presuntas víctimas está Reinel Valdivia, quien describió cómo dos agentes lo encerraron en un cuarto de la estación de policía, cerraron la cortina de una pequeña ventana, apagaron las luces, lo sentaron en un banco y le cubrieron los ojos con una camiseta empapada de agua. Luego, uno de los agentes derramó agua en la cara del hombre. El agua le entraba por la garganta y la nariz, y aunque intentó tragarla, “llegó un momento en que no podía respirar. Trató de quitarse la camiseta que cubría los ojos”… por eso, los policías le dieron una paliza.
Yamile Arango fue arrestada por agentes de la Policía de Sweetwater en el 2011. Le quitaron dos vehículos que nunca pudo recuperar y terminaron siendo usados por el Departamento. Los policías que participaron en su arresto ahora están siendo acusados por la Fiscalía General de la Florida de crimen organizado y de mala conducta como empleados públicos.
Video: Brenda Medina Edición: Mario Mateo
El Ahogamiento simulado, conocido como waterboarding, es una polémica técnica de interrogatorio, considerada tortura. Pero esas flagrantes violaciones a los derechos civiles de los arrestados eran parte de la cultura de la Policía de Sweetwater, según narra la orden de arresto, emitida por la Procuraduría General de Florida y la Policía Estatal (FDLE), que realizan la pesquisa junto con el FBI y la Policía de Miami-Dade.
“La cultura de corrupción existía en toda la Policía de Sweetwater, especialmente en la Unidad de Investigación. La pesquisa reveló que agentes de la Policía, tanto jurados como no, u escudados en su posición de agentes de la ley, participaron durante mucho tiempo en actividades de crimen organizado, que incluyeron casos de robo, fraude, agresión, tortura y otros delitos violentos contra civiles”, dice la orden de arresto.
“A menudo [los agentes] abusaron de personas nacidas en otros países, que hablaban poco inglés y desconocían el sistema legal de Estados Unidos, para así explotar la vulnerabilidad de esas víctimas y también ocultar los delitos de estos agentes ante autoridades de otras entidades”.
Ahora dos agentes de la Policía de Sweetwater —Reny García y Octavio Oliú— y un ex agente —William García— fueron arrestados y los encausaron por fraude y crimen organizado. Los abogados de Reny García y Oliú declararon inocentes a sus representados. Reny García y Octavio Oliú fueron suspendidos sin sueldo del Departamento.
William García cumple una condena de más de 9 años en una cárcel federal de Virginia, por un caso separado (fue acusado de robo de identidad y fraude con tarjetas de crédito mientras era policía de Sweetwater). Las autoridades estatales están pidiendo su traslado a Florida para enfrentar los cargos.
Alcalde de Sweetwater Orlando López y Jefe policial Plácido Díaz anuncian hablan sobre caso de presunto crimen organizado en el Departamento de Policía.
Bryan Cereijo The Miami Herald
El Nuevo Herald y CBS 4 documentaron desde el 2013 casos de remolque de vehículos y confiscaciones de pertenencias y dinero en efectivo, presuntamente injustificadas, abusos físicos y fraude. Ahora las autoridades revelan que desde ese año han entrevistado a más de una decena de presuntas víctimas, e incluso obtenido registros médicos que corroboran las golpizas propinadas a los sospechosos.
“En mis 30 años de experiencia en la fuerza del orden, nunca había visto algo tan atroz”, dijo recientemente el jefe policial Plácido Díaz sobre las acusaciones. Díaz, quien fue nombrado jefe de la Policía de Sweetwater en el 2015, ha realizado reformas para limpiar el nombre de la agencia. Pero en una entrevista con el Nuevo Herald reconoció que “tomará tiempo”, ya que las prácticas cuestionables se realizaron durante décadas.
La orden de arresto detalla incidentes que ocurrieron entre el 2010 y el 2013. Entre estos:
▪ Víctor Manuel Mesa fue arrestado por William García y Octavio Oliú el 10 de septiembre del 2010, tras confesar ante policías de Aventura que ese día había robado celulares de un vehículo en Sweetwater. Los agentes se llevaron a Mesa a un estacionamiento en Doral, donde le preguntaron insistentemente “donde había escondido la droga y el dinero”. Le pidieron la dirección de su vivienda “a cambio de su libertad”.
Los agentes se dirigieron a la casa del hombre y de su esposa, Evelyn Quintero, y dos hijas menores. Cuando Mesa les dijo que no tenía llave de la vivienda en Doral, García y Oliú “abrieron la puerta a la fuerza con un destornillador”. García, Oliú “y otros agentes” de la Policía de Sweetwater sacaron de la vivienda aparatos electrónicos Apple, televisores y cámaras. Los agentes golpearon a Mesa en su propia casa, según los documentos. Además, los policías ordenaron a la compañía de grúas Southland the Towing Company remolcar la camioneta Dodge Ram de Mesa. El hombre, que fue deportado a Colombia, nunca logró recuperar sus pertenencias.
▪ El 13 de mayo del 2012, Angel Gilberto Romo Coello fue arrestado por agentes de la Policía de Sweetwater, acusado de robo. Romo Coello manejaba el vehículo de su esposa, una camioneta GMC del 2007,que fue remolcada por la empresa Southland tras el arresto. La esposa, Adlih Romo, dijo a las autoridades que aunque pagó $500 a la policía para retirar la camioneta, empleados de Southland le informaron que el vehículo era parte de la investigación de William García.
Unas semanas después, la mujer empezó a recibir notificaciones por infracciones de peaje acumuladas por la camioneta, que presuntamente estaba retenida por la policía. Meses más tarde, cuando Adlih Romo logró recuperar el vehículo, descubrió que la Policía de Sweetwater había perforado el techo de la camioneta para instalar sirenas y usarla como un vehículo policial.
▪ Orestes Chacón López fue golpeado durante varias horas en la estación de la Policía de Sweetwater, tras ser arrestado como sospechoso de un robo el 30 de junio del 2012. Para que no se escucharan los gritos del hombre, los policías tocaron música de reguetón a todo volumen en un cuarto adyacente. Según la orden de arresto, el trío de policías se tomó “fotos trofeo” mientras golpeaban al sospechoso.
Chacón terminó en el hospital y durante varios días no pudo escuchar de un oído. Además, los agentes mandaron a remolcar su vehículo, que no estaba relacionado con el presunto delito. López nunca logró recuperarlo.
En la orden de arresto, las autoridades estatales aseguran que “la cultura de corrupción” en la Policía de Sweetwater iba desde “la cabeza hasta los agentes de menor rango”. Fuentes cercanas a la investigación dijeron a el Nuevo Herald que pudiera haber más arrestos relacionados con estas actividades.
Fuente: Brenda Medina / elNuevoHerald.com