El lunes se cumplen tres años desde que el edificio Champlain Towers South se derrumbó en Surfside, matando a 98 personas.
A la 1:22 a.m., se leyeron en voz alta los nombres de todas las víctimas muertas, al mismo tiempo que el edificio se derrumbó, dijo el jefe de bomberos de Miami-Dade, Ray Jadallah.
“Al leer los 98 nombres, no son solo nombres”, dijo. “Esta es una familia extendida que hemos creado en los últimos tres años”.
A las 9:45 a.m., se llevó a cabo un vuelo conmemorativo en el que un helicóptero del Departamento de Policía de Miami-Dade sobrevoló la escena del colapso.
De 10 a.m. a 11 a.m. se llevará a cabo una ceremonia conmemorativa, encabezada por el alcalde de Surfside, Charles Burkett, seguida de una lectura de los nombres de las víctimas asesinadas.
A las 11 a.m., un rabino reflexionará sobre el tercer aniversario con un servicio de oración.
“Parece irreal que ya hayan pasado tres años. Nunca esperas estar en esta posición, ver estas cosas en cámara. Ves que ocurren estas tragedias, nunca esperas que tu familia pase por algo como esto”, dijo Martin Langesfeld.
Langesfeld perdió a su hermana Nicole, de 26 años, en el colapso. Su esposo también murió en el derrumbe.
“Nikki para mí lo era todo”, dijo Martin Langesfeld. “Acudía a ella en busca de respuestas. Ella fue mi modelo a seguir, y Louis fue el hombre con el que eligió estar por el resto de su vida. Yo también lo veía como un hermano mayor”.
Otro hombre, Mike Noriega, perdió a su abuela en el derrumbe.
“Imaginar que esta mujer, que era la matriarca de nuestra familia, estaba allí abajo, era casi imposible de aceptar. No podía ser cierto, pero lo era”, dijo. “¿Un edificio en un terreno plano donde no hay terremotos, se derrumba en medio de la noche? Eso nunca debería suceder”.
Las familias de las víctimas encendieron una antorcha a la 1:22 a.m. para honrar a sus seres queridos.
Si bien aún faltan años para una determinación final, un informe preliminar publicado por los investigadores el año pasado identificó una grave deficiencia de resistencia en la cubierta de la piscina del edificio, probablemente causada por una falla de diseño cuando se construyó el edificio a principios de la década de 1980.
Desde entonces, el sitio en sí ha sido vendido a un desarrollador multimillonario de Dubái que planea construir una nueva torre en la propiedad.
La medida no está sentando bien a algunas de las familias de las víctimas, que están presionando para instalar un monumento permanente en el mismo sitio.
Los funcionarios de la ciudad ahora están buscando colocar ese monumento en un terreno público adyacente a la propiedad, con una ubicación final y un plan de diseño que aún no se han anunciado.
