Para escapar de Cuba, seis jóvenes aceptaron trabajar en Miami como bailarinas exóticas. Así pagarían los $20,000 que pedía un contrabandista por la larga travesía desde la isla hasta la frontera mexicana con Estados Unidos.
Pero en Miami les esperaba un infierno. Fueron encerradas, maltratadas y obligadas a prostituirse hasta que las autoridades las rescataron en septiembre.
Este sería el primer caso conocido de mujeres traídas desde Cuba para la explotación sexual que acaba en una corte federal.
Todo ocurrió entre el 2015 y el 2016, justo en medio de un éxodo de cubanos que sigue en aumento luego de que Estados Unidos anunciara un cambio de política hacia Cuba.
Según la denuncia criminal, Silvio Clark Morales, alias “Jander” o “Silvito”, de 31 años, ofrecía a las víctimas sacarlas de Cuba y conseguirles un trabajo como strippers en Miami. A cambio, las mujeres debían pagar $100 diarios hasta cubrir un total de $20,000 por el viaje. Morales les prometió que no tendrían que tener sexo con los clientes. Pero una vez en Estados Unidos, el acusado les aumentó la deuda a $55,000 y las obligó a prostituirse.
Las jóvenes tienen entre 21 y 25 años.
Los documentos del caso, reportado primero por Univisión 23, el socio noticioso de el Nuevo Herald, sugieren que Morales no actuaba solo y se movía libremente entre la Florida y Cuba y, posiblemente, México y Centroamérica.
El acusado viajaba a Cuba para conocer a las mujeres, a algunas de las cuales contactó inicialmente a través de Facebook. En uno de los casos, estando en Cuba, Morales recogió a una de las víctimas y “la transportó a un bote”, que luego la llevó, junto a una docena de personas, a Cancún, México, indica la denuncia criminal.
En junio la reportera de Univisión 23 Erika Carrillo entrevistó a un hombre que se identificó como el vigilante de las víctimas en Miami, y dijo que el caso es parte de una red de tráfico humano que opera entre Cuba, México y EEUU.
“Nosotros las entramos al centro de detención [en México] para que les den los papeles, cuadrábamos con un abogado que Silvito [Morales] tiene ahí, después les mandábamos el dinero por MoneyGram y él las sacaba en avión hasta la frontera”, declaró Yoel Trujillo.
Según la acusación federal, una de las mujeres conoció al acusado en Honduras, cuando se lo presentaron como un coyote que podría transportarla a Estados Unidos y otra víctima relató que realizó envíos de dinero a través de Western Union a los “asociados de Morales en México”.
Los documentos no muestran cuándo llegó Morales a EEUU, pero según Trujillo, este habría arribado al país hace cuatro o cinco años y habría obtenido su residencia permanente invocando la Ley de Ajuste Cubano.
El caso podría poner a prueba la incipiente cooperación entre las agencias de seguridad de Cuba y Estados Unidos tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. En febrero, un coronel del Ministerio del Interior de Cuba viajó a Miami a una reunión no publicitada con funcionarios estadounidenses del Departamento de Seguridad Interna (DHS), de Estado y de Justicia para conversar sobre tráfico de personas y fraude migratorio.
Ni la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) del Departamento de Seguridad Interna (DHS), ni la fiscalía general del distrito sur, en Miami Dade, comentaron sobre el caso porque la investigación está en curso. Tampoco respondieron preguntas sobre si las autoridades cubanas habían cooperado en el caso o lo harían en el futuro.
Pero un vocero de ICE remitió a los reporteros a que indagaran en la información pública sobre las operaciones internacionales de esa agencia, que cuenta con una división de operaciones internacionales con casos que llegan tan lejos como Camerún, en África. Recién en octubre, luego de una investigación conjunta que duró años, agentes de la policía federal mexicana y de la unidad de investigaciones de DHS, realizaron seis arrestos en Nueva York y México.
El 6 de septiembre, dos de las víctimas de Morales se escaparon y realizaron la denuncia al Departmento de Policía de Miami.
Ese mismo día, la policía arrestó a Morales, quien podría enfrentar una condena de cadena perpetua, por varios delitos relacionados con el tráfico y explotación sexual de personas, el contrabando de extranjeros y la posesión de armas en relación a actos criminales.
Las otras cuatro mujeres fueron encontradas en un complejo de apartamentos en Allapattah, en el que vivían junto a Morales, y en el que aparentemente los vecinos conocían de las actividades del acusado y las mujeres, según comentaron varios a Univisión 23.
El canal televisivo local recibió las primeras pistas sobre el caso en junio, cuando entrevistó a Trujillo. El hombre dijo que estaba a cargo de recibir a las jóvenes, vigilarlas y transportarlas a clubes nocturnos y a hoteles para encontrarse con clientes, siguiendo órdenes de Morales.
“Les escondíamos los pasaportes, les escondíamos las tarjetas de food stamps (sellos de alimentos) que les daban en la oficina de [Departament of] Children and Family” y que recibían por ser inmigrantes cubanas, relató Trujillo.
“Yo reconozco que fui culpable pero yo tuve el valor de romper el lazo, y venir a decirlo, por ellas, por el miedo que tienen ellas. Aún sabiendo lo que me puede costar todo esto”, declaró en la entrevista.
Según el reporte de Univisión, la información recibida por la cadena finalmente condujo a las autoridades al edificio de donde fueron rescatadas las víctimas, unos tres meses después, aunque Trujillo no aparece mencionado en los documentos disponibles. Fuentes conocedoras del caso dijeron a Univisión que este podría ser llamado a declarar.
“Un día fui a recoger [a una víctima] a un hotel que ellos usan, que está en la periferia del aeropuerto, y estaba con dos hombres. Se vio que salió explotada, del cuerpo, me entiendes. A mí por lo menos me golpeó bastante [ver eso]”, relató Trujillo.
Asimismo, dijo que Morales le prohibía llevar a las victimas al hospital cuando estas se enfermaban. La mayoría de las víctimas serían de la provincia de Camagüey, en Cuba, al igual que Morales, dijo Trujillo. “Se puede decir que son también esclavas sexuales, porque tienen que estar con él”, agregó.
Las mujeres declaron que Morales las amenazaba y algunas dijeron que también las golpeaba. A una le apuntó con una pistola al igual que al novio de otra “porque iba contra sus reglas”. A otra, la llevó a un puente y la amenazó con tirarla.
A varias las amenazó con matar a sus familiares en Cuba si huían. La madre de una de las víctimas le hizo saber que efectivamente había recibido amenazas en la isla.
“Él [Morales] fue a Cuba… y le dijo a la mamá que si [la víctima] no se entregaba en una semana le iba a matar al niño [que dejó en Cuba] y que iba a mandar a que la mataran aquí en Estados Unidos, que él tenía el poder para hacerlo”, dijo Trujillo en la entrevista.
Una sargento, de la unidad de Tráfico Humano del Departamento de Policía de Miami-Dade, dijo a Univisión que durante labores de rescate en las calles del condado han notado un incremento de mujeres cubanas dedicadas a la prostitución.
“Este año hemos encontrado muchas más hispanas que el año pasado”, dijo la sargento Mary Pérez. “Este año hemos tenido más cubanas recién llegadas”.
El Departamento de Estado decidió este año, mantener a Cuba en una “lista de observación del nivel dos” en su informe sobre trata de personas, por considerar que el gobierno de ese país no realiza esfuerzos suficientes para combatir este mal.
El informe afirma, además, que ciudadanos cubanos son víctimas del tráfico sexual y el trabajo forzado en América Latina y el Caribe, pero no menciona Estados Unidos.
En un comunicado enviado el miércoles a el Nuevo Herald, una vocera del Departamento de Estado dijo que la eliminación del tráfico humano “es un tema de interés mutuo” y ambos países están sosteniendo “conversaciones productivas”.
La vocera se refirió a una visita de la embajadora Susan Coppedge a Cuba en enero “para discutir los esfuerzos para combatir la trata de personas con una amplia gama de funcionarios cubanos”. Asimismo, dijo que esperan sostener otro intercambio en Washington en el 2017.
En 2015, la actual Administración fue duramente criticada por los senadores cubanoamericanos Marco Rubio y Bob Menéndez por supuestamente influir en el informe sobre trata de personas publicado por el Departamento de Estado ese año. Según un reporte de Reuters, funcionarios de ese Departamento prevalecieron en la calificación que se le dio a Cuba, que mejoró y pasó del peor nivel de la lista de países (el tres) a la “lista de observación del nivel dos”.
Rubio y varios representantes cubanoamericanos por la Florida han denunciado en múltiples ocasiones la existencia de redes de criminales de origen cubano que operan a ambos lados del Estrecho de la Florida, como sugirió una investigación realizada por el Sun Sentinel.
Por: Nora Gámez Torres y Brenda Medina / elNuevoHerald.com