WASHINGTON (AP) — Los líderes republicanos en el Congreso dijeron el domingo que los electores, no la Suprema Corte, tendrán en noviembre la última palabra sobre la reforma al sistema de salud de Barack Obama.
La impopularidad de la ley basta para echar a los demócratas del poder, afirman los republicanos.
¿Que ha respondido la Casa Blanca?: Venga.
«Tenemos ahí una última oportunidad para derrotar la ley Obama de salud, y podemos hacerlo en las elecciones (presidenciales) de noviembre», afirmó el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnelll, quien describió la normativa «como la peor legislación» aprobada en los tiempos modernos.
El jefe del gabinete de la Casa Blanca, Jack Lew, reviró que para él, la mayoría de los estadounidenses desean dejar en paz la controversia sobre la atención médica.
«La verdad, creo que el pueblo de Estados Unidos desea que nos concentremos en la economía, en la creación de empleos y en seguir adelante», expresó Lew.
Los republicanos y los demócratas pretenden sacar ventaja de este controvertido tema, en virtud del fallo que emitió la semana pasada la Corte Suprema, la cual ratificó el punto de la ley de que los individuos deben comprar su seguro de salud o afrontarán una sanción.
El magistrado presidente John Roberts, quien es conservador, emitió el voto decisivo en ese fallo cuando dictaminó que la sanción era constitucional, en conformidad con la autoridad fiscal del gobierno.
El fallo de Roberts confirió a Obama una victoria política, pero propició que los republicanos redoblaran sus esfuerzos para presentar la ley como un nuevo impuesto.
«El pueblo estadounidense no quiere ir por esa vía», manifestó el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, John Boehner. «No quiere que el gobierno le diga qué tipo de póliza debe comprar ni cuánto tiene que pagar por la misma».
Los demócratas rechazan todas las críticas adversas a la ley. Lew señaló que la normativa sólo podría afectar al 1% de los estadounidenses, a aquéllos que tienen capacidad para comprar la póliza de salud pero que se rehúsan a hacerlo.
«Esta es una sanción para aquéllos que se benefician de una prestación pero que no pagan por ella», dijo el senador demócrata ChucK Schumer.
Aun así, la oposición de la opinión pública a la ley de salud es alta. En una encuesta reciente de The Associated Press-GfK, 47% de los entrevistados dijeron que se oponen a la ley, mientras que 33% dijo apoyarla.
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