SERGIO OTÁLORA / DLA
Después de más de dos años de una batalla legal que concluyó este lunes con la orden de la Corte de apelaciones de restablecer de nuevo a Michael Pizzi como alcalde de Miami Lakes, el político siente que por fin ha podido cerrar «el peor capítulo de mi
vida».
Un episodio, «deprimente y angustiante», según sus palabras, que arrancó en agosto de 2013 con su arresto por parte de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) bajo acusaciones de corrupción.
Después de ser declarado inocente de todos los cargos, tras un proceso que duró varios días, debió pelear en la corte no solo para que el gobernador Rick Scott le restituyera sus derechos, sino para que el actual alcalde de Miami Lakes, Wayne Slaton, le
devolviera el cargo que ganó con una alta votación.