“El problema se está volviendo político y creo que Holder es responsable por politizar la situación. Se sabe que ha habido este ‘Fast and furious’ que se dio dentro de esta administración, hubo tres actividades similares durante la administración Bush, y se considera que son iniciativas que empezaron en la frontera, en los estados y parte del problema es que no informaban a Washington”.
“Aquí el problema es que Washington no ha tomado las medidas necesarias para resolver rápidamente el por qué se hizo, creo que se sabe quién lo hizo y ahí es donde se está complicando la investigación”.
“El balance siempre está en cooperación, el tiempo que ha tomado en traer esto a la luz, en resolverlo debe ser mucho más simple de lo que está tratando de hacerlo el Departamento de Justicia, es lo que da lugar a la acusación de que están escondiendo algo y cuando se escogen bajo privilegio ejecutivo que normalmente es privilegio del presidente, volvemos, qué estás escondiendo?, por qué no quieres ser transparente en cómo estás investigando. Si estás de acuerdo en que estuvo mal hecho, qué hay?”
“Esto fue hecho en las oficinas de ATF de Arizona, aparentemente por lo que sabemos nunca pudieron autorización, sino sencillamente fue una iniciativa propia donde violaron el sentido común, violaron leyes internacionales, porque el Departamento de Estado tendría que haber participado y sancionado, siempre y cuando México hubiese sido informado y México hubiese estado de acuerdo para ellos ser parte del rastreo de las armas”.
“Todo estuvo mal hecho desde un principio, en violación prácticamente de cualquier cosa. El ATF posiblemente lo pudiera haber hecho bien si hubiesen estado listos para parar las armas antes de cruzar la frontera, pero en el momento que pensaban que las iban a rastrear en México y no tenían los mecanismos para hacerlo, automáticamente todo está mal hecho”.
