El abogado de inmigración y CEO de la firma Benme Legal, Héctor Benítez, ofreció en el programa Cada Tarde por Actualidad Radio una serie de consejos importantes y razones para el optimismo en medio de la delicada situación que viven miles de cubanos que entraron a EE.UU. bajo el programa de Parole Humanitario, recientemente revocado por la actual administración.
El experto en materia migratoria aseguró que todos los cubanos que ingresaron legalmente bajo este programa pueden, tras cumplir un año y un día en el país, solicitar la residencia permanente gracias a la Ley de Ajuste Cubano (CAA, por sus siglas en inglés). Benítez aclaró que este trámite no puede iniciarse antes de cumplirse ese período, a diferencia de los beneficiarios de asilo.
Ante la duda sobre qué ocurre si el parole es revocado días antes de cumplirse el año y un día, el abogado aseveró que, aunque el gobierno esté enviando notificaciones de revocación anticipada, si el inmigrante cumple con el requisito temporal, podrá igualmente solicitar su residencia. Explicó que, en ese tiempo de espera, aunque la persona quede técnicamente en un “limbo migratoratorio”, su entrada legal previa lo habilita para acogerse a la ley.
Benítez también advirtió sobre las notificaciones para abandonar el país, que en muchos casos llegan con un plazo muy corto e incluso con una oferta de ayuda económica para facilitar la salida. Precisó que, en su opinión, abandonar el país sin explorar opciones legales podría perjudicar procesos futuros y remarcó: “No vale la pena que usted lo haga sin consultar previamente con una persona experta en el tema”.
Finalmente, Benítez detalló qué pueden hacer los afectados durante este período de espera, explicando que existen varias vías legales para explorar. Entre ellas, la persona bajo parole humanitario puede solicitar asilo si existe una base legítima, contraer matrimonio con un ciudadano o residente, ser pedido por un hijo ciudadano estadounidense que cumpla 21 años, o continuar con otros trámites migratorios iniciados previamente, ya sean laborales, familiares o de TPS, según cada caso.