El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton se impusieron con claridad en las primarias presidenciales del estado de Nueva York, dando un golpe de autoridad en sus partidos en la carrera a la Casa Blanca.
El magnate obtenía 60% de los votos contra 25,1% del gobernador de Ohio, John Kasich, y 14,9% del senador ultraconservador de Texas, Ted Cruz, según los reportes parciales del escrutinio.
Por su parte, la ex secretaria de Estado Clinton obtenía 57,6% de los votos contra 42,4% de su rival Bernie Sanders, senador de Vermont.
El Estado de Nueva York es el que más delegados atribuye después de California (oeste), en la prmaria demócrata (295), y también es uno de los estados que más reparte para la convención republicana (95).
A nivel nacional, Clinton está cabeza a cabeza con Sanders, con 50% contra 48% de intenciones de voto, según un nuevo sondeo. Pero debido al sistema electoral estadounidense de primarias por estado, Clinton aventaja a Sanders con 1.790 delegados contra 1.113. Se requieren 2.383 delegados para obtener la nominación en la convención demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre.
A pesar de la dura pelea en la interna demócrata, el 70% de los demócratas creen que Clinton sería la mejor candidata para enfrentar a Trump, según una encuesta citada por la agencia AP.
Del lado republicano, el mismo Trump, de 69 años y que hizo su fortuna sobre todo a nivel inmobiliario en la Gran Manzana, cuenta con algo menos de 750 delegados, unos 200 más que Ted Cruz.
En el Partido Republicano se requiere llegar a 1.237 delegados para asegurarse la nominación en la convención de julio, por lo que Trump está aún lejos de ese «número mágico».
En caso de que ningún candidato obtenga la mayoría de delegados requerida, la convención quedará abierta y no se vería obligada a nominar a Trump.
El polémico multimillonario que ha puesto patas para arriba la carrera a la Casa Blanca con su campaña agresiva acusa a su partido de querer bloquear su nominación y denuncia reglas «trucadas» en la atribución de delegados, que no siempre se corresponde con el voto de los electores.
Sin embargo, luego de su clara derrota en Wisconsin el pasado 5 de abril a manos de Cruz, Trump ha moderado un poco sus declaraciones rimbombantes y ha reorganizado su equipo de campaña, pensando justamente en la convención de julio.
Fuente: Infobae.com