El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el martes que las relaciones del gobierno mexicano con las embajadas de Estados Unidos y Canadá quedaban “en pausa” tras las críticas que funcionarios de ambos países hicieron a la reforma judicial propuesta por el mandatario.
El jueves pasado, el embajador estadounidense en México Ken Salazar dijo que la propuesta oficialista, entre otras cosas, implica que los jueces sean elegidos por voto popular, y que eso supondría un “riesgo” para la democracia mexicana y que, además, pondría en peligro la relación comercial con Estados Unidos. Canadá manifestó su preocupación en el mismo sentido.
La iniciativa de reforma constitucional lleva meses generado tensión en México porque sus críticos consideran que podría comprometer la independencia judicial. Pero este mes, incrementaron las voces en su contra, tanto de académicos como de entidades de análisis económico y de los jueces y trabajadores de las cortes federales, que iniciaron la semana pasada un paro de labores y protagonizaron diversas protestas.
No es la primera vez que López Obrador pone “en pausa” las relaciones exteriores con algún país. Lo hizo con España a principios de 2022 cuando acusó a las empresas energéticas españolas de tratar a México como “tierra de conquista» porque aprovecharon condiciones ventajosas de inversión durante los gobiernos anteriores que su administración limitó.
El termino no es un concepto diplomático formal y, por tanto, no están claras sus consecuencias.
La cancillería no respondió de forma inmediata a una solicitud de comentario.
En el caso de España las relaciones bilaterales continuaron con un tono más crispado porque, además, la puesta “en pausa” llegó después de que en 2019 López Obrador le dijera al rey de España que pidiera perdón por la conquista, cosa que el monarca no hizo y que también tensó las relaciones.
En el caso de Estados Unidos, la decisión es mucho más delicada debido a la intensa relación bilateral que, en temas de seguridad, ya se ha visto deteriorada en el último mes por la polémica generada tras las detenciones de dos líderes del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, quienes llegaron a Texas en un misterioso vuelo privado.
“Las democracias no pueden funcionar sin un poder judicial fuerte, independiente y sin corrupción”, dijo el embajador estadounidense el jueves. “Cualquier reforma judicial debe tener las salvaguardas que garanticen que el poder judicial sea fortalecido y no esté sujeto a las condiciones de la política”.
López Obrador calificó los comentarios de Salazar, un diplomático que ha sido muy cercano al mandatario durante toda su administración, como una “falta de respeto a nuestra soberanía” y por ello México envió una nota diplomática a Estados Unidos al respecto.
El martes, aseguró que el gobierno no pedirá a Salazar que abandone el país porque consideró que esos comentarios tenían como origen el Departamento de Estado pero pidió una rectificación.
“Ojalá ya haya, por parte de ellos, una ratificación de que van a ser respetuosos de la independencia de México, de la soberanía de nuestro país”, dijo. “Mientras no haya esto, y sigan con esta política, hay pausa”.
López Obrador también acusó a Canadá de entrometerse en los asuntos internos de México.
Los tres países, miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el T-MEC, comparten una relación comercial crucial que, en 2022, dio lugar a un comercio estimado en 1,8 billones de dólares.
Fuente: AP