“Una de las audiencias más absurdas que yo he visto en mi vida. Básicamente se le prohibió al comité considerar todos los factores importantes en términos de costo total. Los evaluadores incluyeron sólo precio en su evaluación, no quisieron, o pudieron, considerar el costo adicional de las inspecciones que va a costar por varios años el tener que mandar inspectores, agentes del condado a Italia, en vez de aquí, a Estados Unidos donde está la planta de CAF, que son más de 2 millones en costo. Tampoco se evaluó el costo del test track, el carril de pruebas que supuestamente el estado va a construir con un costo de 17 millones de dólares, que es necesario para que la compañía italiana pueda hacer su propuesta, puesto que la compañía italiana tiene su propuesta dependiente de hacer los carros aquí y entonces tienen que hacer las evaluaciones aquí y no tienen un carril de prueba para probar los carros antes de entregárselos al condado”.
“Estamos hablando de más de 20 millones de dólares que no se pudieron facturar, que nosotros hemos seguido repitiendo, que aunque en el precio inicial hay una diferencia de 4 millones de dólares, cuando uno factura esos 20 millones de dólares adicionales que le cuesta la compañía italiana le va a costar al contribuyente 15 millones de dólares más la propuesta de la compañía italiana que la de la empresa española acá”.
“La evaluación, supuestamente basada en los escritos, se tenía que hacer basada en best value, mejor valor. No se habla de mejor precio, sino de mejor valor. Entonces el mejor valor, asumiendo que las dos compañías pudieran construir el mismo carro con la misma calidad, que también difiero en eso, pero asumiendo eso, el mejor valor es el que cueste menos y nosotros costamos 16 a 17 millones menos”.