El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció en Hanoi el levantamiento del embargo militar a Vietnam, una decisión que supone la «completa normalización» de las relaciones entre dos antiguos países enemigos.
«Estados Unidos levanta completamente la prohibición de venta de equipamiento militar a Vietnam», confirmó Obama durante una rueda de prensa junto a su homólogo vietnamita Tran Dai Quang, en el primero de los tres días de su visita oficial en el país asiático.
El mandatario estadounidense precisó que esta decisión es «consecuencia de la completa normalización» de las relaciones entre ambos países después de décadas de esfuerzos, y mostró su voluntad de profundizar en la cooperación militar.
Aunque advirtió de que cada venta de armamento estará sujeta a estrictos controles relacionados con los derechos humanos, subrayó que la medida «permite a Vietnam obtener el equipamiento necesario para defenderse y elimina un vestigio de la Guerra Fría».
Algunos analistas vinculan esta decisión con la creciente tensión entre Vietnam y China por la soberanía de las islas Paracel y Spratly, en el mar de China Meridional, pero Obama negó cualquier relación con ese litigio, y eludió pronunciarse al respecto.
«EEUU no se pone de lado de nadie, pero apoyamos que el conflicto se resuelva por la vía diplomática», apuntó.
La Casa Blanca se había resistido hasta ahora a levantar el embargo debido a la mayor desavenencia entre ambos países: el respeto de los derechos humanos.
Aunque Obama destacó los «progresos modestos» de Vietnam en ese apartado, la organización Human Rights Watch (HRW) denunció el arresto de la periodista disidente Doan Trang y otros activistas y blogueros vietnamitas.
Phil Robertson, subdirector de HRW en Asia, criticó que con el levantamiento del embargo EEUU entrega su única arma de presión ante el régimen vietnamita y denunció en un comunicado que «Obama ha dado a Vietnam una recompensa que no merece».
El mandatario norteamericano reconoció que EEUU mantiene diferencias con Vietnam en esta materia, pero pasó de puntillas sobre el asunto y se limitó a señalar que la cooperación económica puede forzar al régimen de Hanoi a mejorar en el respeto a los derechos humanos.
En este punto, insistió en la importancia de impulsar el Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, en sus siglas en inglés), un tratado de libre comercio entre países de Asia, América y Oceanía firmado por Vietnam el pasado febrero pero aún no ratificado por el Congreso estadounidense.
«El TPP puede provocar reformas que garanticen los derechos de los trabajadores vietnamitas», apuntó.
Obama hizo una encendida defensa del acuerdo para estrechar lazos con «la región que más rápido crece en el planeta» y favorecer la exportación de bienes estadounidenses a Vietnam y otros países de la zona.
El presidente expresó su confianza en que el Congreso lo ratificará porque «es lo correcto», y añadió que no ha oído hasta la fecha ningún argumento creíble en contra del pacto, que comprende el 40 por ciento del comercio mundial.
Durante la visita, el líder estadounidense también presidió junto a Quang la venta de 100 Boeing 737 Max 200 por 11.300 millones de dólares (10.087 millones de euros) a la aerolínea VietJet.
La firma del contrato de compraventa corrió a cargo de la presidenta y consejera delegada de VietJet, Nguyen Thi Puong Thao, y el presidente y consejero delegado de Boeing Commercial Airplanes, Ray Conner, en un acto organizado en el Palacio de la Presidencia.
La operación ilustra el interés de EEUU en ampliar la relación comercial con Vietnam, su primer socio en el Sudeste Asiático y con el que tiene un intercambio bilateral que superó los 45.000 millones de dólares (40.168 millones de euros) en 2015.
Obama es, tras Bill Clinton y George W. Bush, el tercer presidente estadounidense que visita el país asiático desde el fin de la Guerra de Vietnam, en 1975.
A diferencia de sus antecesores, Obama hizo pocas referencias al conflicto, aunque sí anunció que EEUU financiará un programa de limpieza de la antigua base aérea de Bien Hoa, una de las zonas más contaminadas por el Agente Naranja, un gas tóxico que utilizó Washington durante la guerra de Vietnam.
El mandatario norteamericano también mantuvo un encuentro esta mañana con la presidenta de la Asamblea Nacional, Nguyen Thi Kim Ngan, y por la tarde departió con el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc; y el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, el hombre que más poder acumula en este país.
Mañana se reunirá con representantes de la sociedad civil antes de pronunciar un discurso dirigido a la población vietnamita y de volar a Ho Chi Minh, la antigua Saigón, donde mantendrá encuentros con empresarios y terminará su visita el miércoles con la inauguración de una universidad estadounidense.
Fuente: EFE