El Estadio Latinoamericano de La Habana fue el escenario del histórico juego de la Major League Baseball en Cuba, que contó con la asistencia del mandatario Barack Obama y del jefe de Estado de la isla, Raúl Castro.
Obama volvió a copar la atención de los camarógrafos de todo el mundo, al sentarse en una tribuna del estadio junto a Castro y su esposa, Michelle Obama, para presenciar el encuentro.
En el partido de béisbol, se enfrentan las selecciones de Cuba contra el equipo de Tampa Bay. Es un partido de exhibición de las Grandes Ligas, el primero en 17 años entre un equipo de Grandes Ligas y la Selección Nacional de Cuba.
Obama tildó de «extraordinario» el momento, en declaraciones a ABCNews: «Es el primer juego de exhibición entre un equipo de Grandes Ligas – los Rays de Tampa Bay – y el equipo nacional de Cuba en 17 años . Es la segunda vez que un equipo de la MLB ha visitado Cuba desde 1959. Y lo más importante, es un símbolo de los lazos entre estadounidenses y cubanos a pesar de décadas de aislamiento, un pequeño paso que muestra que nuestras naciones pueden comenzar a moverse más allá de las divisiones del pasado y mirar hacia un futuro de mayores conexiones y de cooperación entre nuestros países».
El presidente de Estados Unidos también saludó en el palco a la esposa de Jackie Robinson, quien estuvo en Cuba un año antes de debutar en MLB.
Los fanáticos celebraron que el deporte vuelva a ser un espacio de encuentro y de paz.
