Un número récord de pacientes de coronavirus están llenando los hospitales de Miami-Dade, al tiempo que la unidad de cuidados intensivos de un centro médico de Homestead llegó al máximo de su capacidad el martes después que las autoridades condales de salud identificaron el área como un foco de nuevos casos.
A lo largo del condado, los hospitales reportan muchas más camas vacías que las ocupadas por pacientes del virus. Sin embargo, los administradores de hospitales y médicos de emergencia dijeron estar preocupados por el aumento y han reanudado las reuniones diarias con las autoridades normativas del estado.
Pero todos señalan algo positivo en el creciente número de nuevos casos y hospitalizaciones en el condado más azotado de la Florida: esta vez son pacientes más jóvenes y no están tan enfermos como los de la primera ola en abril, y los médicos y enfermeras han acumulado una una valiosa experiencia desde que comenzó la pandemia, lo que hace que los ingresos sean más cortos y los resultados del tratamiento mejores.
El Dr. Sergio Segarra, médico de emergencias del Hospital Baptist Miami, dijo que la red de hospitales Baptist Health South Florida reportó más de 280 pacientes de COVID-19 el martes, pero agregó que los pacientes mayores y los residentes de asilos son cada vez menos en relación con abril, y han bajado los ingresos en las unidades de cuidado intensivo.
El cambio en las estadísticas sugiere que el virus que provoca el COVID-19, se está propagando más en Miami-Dade a medida que los negocios reabren y las personas regresan a trabajar.
“La propagación en la comunidad es la fuente de muchos de los pacientes que están yendo los hospitales”, dijo Segarra.
Las autoridades de salud de Miami-Dade están aprendiendo mucho de la nueva ola de pacientes, así como de las áreas donde los casos están aumentando. Muchos de los pacientes más jóvenes ingresados en la última semana en los los hospitales de Miami-Dade son obesos, lo que sugiere que padecen de diabetes u otras enfermedades.
Carlos Migoya, presidente del Jackson Health, dijo que el sistema de hospitales públicos, que el martes reportó 210 pacientes de coronavirus ingresados, también identificó que las nuevas infecciones han sido muy elevadas en algunas de las áreas de menos ingresos del condado, como Allapattah, La Pequeña Habana y Homestead.
“Son personas de bajos recursos que, si no trabajan, no comen”, dijo Migoya. “Estas personas salen a trabajar, se infectan, y luego infectan a toda la familia”.
MENOS CASOS EN MAYO, MÁS EN JUNIO
El número de pacientes con COVID admitidos en hospitales de Miami-Dade se mantuvo casi igual durante gran parte de mayo y comenzó a disminuir a principios de junio, cuando bajó a 546 el 12 de junio, aunque desde entonces ha vuelto a aumentar.
El martes fue el peor día de la pandemia en Miami-Dade, cuando los hospitales reportaron 818 pacientes con COVID-19, un aumento en comparación con 776 el lunes, y el segundo día consecutivo con una cifra récord de pacientes, según datos del condado. Las llamadas por el COVID-19 a los rescatistas también han subido y por primera vez llegaron a 100 en junio.
Segarra dijo que Baptist Health ha mejorado la información educacional y pide a los pacientes y a sus familias que usen mascarillas, se laven las manos con frecuencia y mantengan distancia de personas desconocidas. De cualquier modo, la preocupación por el alto número de pacientes se mantiene. Migoya calificó de “situación frustrante” que nadie sepa hasta dónde pueden aumentar los casos ni durante cuánto tiempo se mantendrá el aumento.
En el Hospital de Homestead, que forma parte de Baptist Health, la unidad de cuidados intensivos se llenó a capacidad el martes, pero un portavoz dijo que los médicos lograron manejar la situación al trasladar algunos a alguno de los 11 hospitales del sistema en Miami-Dade y Palm Beach. La unidad de cuidados intensivos del hospital se llenó en parte por casos de coronavirus, pero también porque se han reanudado las operaciones del corazón y del cerebro, explicó Segarra.
Dennis Moss, comisionado de Miami-Dade que representa el área de Homestead, dijo que el condado no puede realmente decir qué ha provocado la alta tasa de hospitalizaciones sin más rastreos de contacto de nuevos casos.
“Necesitamos un sistema que vaya más allá de las especulaciones”, dijo Moss.
Funcionarios del condado están tratando de agregar nuevos rastreadores de contacto a los casi 200 que ya tiene el Departamento de Salud de la Florida, pero los esfuerzos no han avanzado mucho últimamente.
AUMENTAN LOS CASOS DE CORONAVIRUS
La compañía HCA Healthcare, que tiene tres hospitales en Miami-Dade, dijo que sus instalaciones también han experimentado un aumento de pacientes más jóvenes sin síntomas severos. Los hospitales de HCA Healthcare en Miami-Dade son el Kendall Regional Medical Center, el Mercy Hospital y el Aventura Hospital.
“Aunque seguimos recibiendo pacientes de todas las edades, vemos personas más jóvenes que ingresan por el coronavirus”, dijo en un comunicado Peter Jude, portavoz del Kendall Regional. “También tenemos menos casos graves de COVID-19, muchos menos de los que tuvimos en el peor momento en marzo”.
El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, y sus principales asesores señalan la gran cantidad de camas disponibles como una prueba de que el área de Miami no está siquiera cerca de la crisis que afectó con tanta fuerza a Nueva York en la primavera.
El condado exige informes diarios a los hospitales, y según las últimas cifras cerca de 30% de las camas en las salas de cuidados intensivos en Miami-Dade están ocupadas por pacientes de COVID, lo que deja una capacidad libre de 461.
Durante una entrevista el martes con el programa Here and Now, Giménez señaló que los hospitales tienen incluso más camas para ingresos menos graves por el virus.
LAS PRUEBAS MUESTRAN LA PROPAGACIÓN
Comoquiera que el COVID por lo general demora semanas en provocar síntomas serios, las cifras de hospitalizaciones son indicadores poco precisos. Los resultados de las pruebas diagnósticas son la mejor manera de medir la propagación día a día y siguen estableciendo récords alarmantes en Miami-Dade.
El condado se planteó la meta de controla a 10% los casos positivos, y logró mantenerse por debajo de ese umbral todos los días desde que Giménez levantó las órdenes de cierre en la mayoría de los negocios el 18 de mayo. Esa tendencia a la disminución se acabó a principios de junio y sobrepasó el 10% por primera vez.
El martes, los resultados diarios de casos positivos de COVID llegaron a 26%, otro récord.
Las hospitalizaciones también han seguido aumentando y llegaron a casi 25% en dos semanas.
La administración de Giménez considera el empeoramiento una prueba de que los residentes más jóvenes de Miami-Dade visitan con más frecuencia restaurantes y otros locales y no cumplen la orientación de la mascarilla y el distanciamiento social.
La oficina del condado que supervisa los reportes diarios de casos de COVID dio a conocer un sumario del Departamento de Salud del estado que indica que uno de cada tres nuevos casos de COVID de que se informaron en Miami-Dade la semana pasada eran pacientes de 18 y 34 años. Este grupo representa menos del 22%de la población.
El enfoque de la administración de Giménez al empeoramiento de la situación ha sido exigir que se cumplan con más fuerza las restricciones en vigor, en vez de imponer más reglas o volver a cerrar los negocios. El martes, durante una reunión sobre el COVID, dos de los participantes dijeron que Giménez alzó la voz cuando le dijo a un funcionario de la Policía de Miami-Dade tiene que actuar más. “Ya nos cansamos de ser amables”, dijo el alcalde. Giménez confirmó sus afirmaciones.
Fuente: El Nuevo Herald