“La misión de la OTAN fue bien hecha por mucho tiempo. 9,600 incursiones aéreas eran suficientes para derrocar al gobierno del Coronel Gadafi. Ahora, la tarea del gobierno actual es difícil por muchas razones. Empezaron a concluir la campaña militar y tienen que juntar a todos los rebeldes que eran milicianos, no un ejército organizado. Tiene que ver quienes quieren quedarse o regresar a la vida civil, dice el analista.
“Hay todavía capítulos de esta guerra que no han terminado, uno de ellos, las armas que no se han encontrado. Hoy confirmó la presencia de armas químicas el primer ministro Mahmud Yibril y sabemos que hay 20 o 30 mil lanza misiles que no se han encontrado todavía. Continúa relatando Joseph Hage: “Además de poner en marcha de nuevo la vida política del país, llegar a un acuerdo entre todas estas facciones tribales para ver cómo se van a beneficiar de las riqueza naturales de un país como Libia”.
“No basta haber ganado la guerra contra un dictador, ahora la guerra más difícil, explica Hage, es poder materializar la victoria en desarrollar un país para poder incorporarlo a la comunidad internacional”.