Un niño de seis años de edad murió tras ser aplastado y asfixiado por su padre durante la pasada nochebuena en la localidad de Sarasota, cerca de Tampa, Florida,
Según la reseña, James Dearman, de 31 años de edad y su novia Ashley Cole, jugaban videojuegos en la sala de la casa y trataban de que el pequeño de seis años y su hermano de siete, se fueran a dormir.
Cole dijo a la policía que castigó en varias ocasiones a los niños para conseguir que se fueran a la cama y ante la negativa del más pequeño, el padre lo obligó a ponerse de cara a la pared.
Durante el castigo, el niño volteó para ver a su padre jugando, lo que desató la ira de James, quien lo sentó a su lado y lo inmovilizó con su peso corporal, nada menos que 122 kilogramos.
El hermano del niño relató que el pequeño no paraba de gritar pues no podía respirar y que tras el castigo la pareja salió a fumar y hasta que regresaron se percataron de que el niño no podía respirar, siendo declarado muerto más tarde en un hospital cercano.
Dearman enfrenta cargos ante las autoridades de Florida por homicidio imprudente.