Carlos Álvarez, manager del restaurante italiano Emilio´s Trattoria.
MIAMI.– Bay Harbor Islands es una de las ciudades de Miami- Dade que acogió la Fase 1, siguiendo la ordenanza del alcalde Carlos Giménez, y autorizó la reapertura de los negocios a partir del 18 de mayo.
DIARIO LAS AMERICAS visitó el área para tener la impresión de los negocios que comienzan a recibir a sus primeros clientes, tras tres meses de cierre obligado por la pandemia. Estaban abiertas algunas tiendas de ropa, peluquerías, galerías y restaurantes.
Precisamente, visitamos uno de ellos para indagar cómo les estaba yendo en la reapertura.
Emilio´s Trattoria es un pequeño restaurante italiano, ubicado en el 1088 de Kane Concourse. Su manager se llama Carlos Álvarez, que con gusto accedió a compartir sus primeras sensaciones sobre la reapertura.
“Nuestro restaurante siempre ha trabajado muy bien. Tenemos muchos clientes turistas internacionales y personas que se hospedan en los hoteles de la zona por motivo de trabajo. También nos visitan los vecinos de la isla, que son nuestros clientes habituales”, explicó Álvarez, ataviado con máscara y guantes.
Cuando comenzó la pandemia, todos los hoteles de la zona cerraron. Los turistas desaparecieron. La gente se encerró en su casa y al restaurante no le quedó más remedio que despedir a la mitad de la plantilla.
“Antes trabajaban seis camareros en el salón y cuatro personas en la cocina. En estos meses que tuvimos el salón cerrado al público, nos hemos mantenido con las comidas para llevar. La facturación bajó más de un 30%. No obstante, a la plantilla de trabajadores que quedó se le garantizó su salario. “El mismo que tenían antes de la pandemia”, puntualizó Álvarez.
El dueño solicitó ayuda financiera para aliviar la situación del negocio y poder continuar. Pero hasta ahora dicha ayuda aún no le ha sido concedida.
Al entrar al local, lo primero que uno observa en la puerta es un dispensador de gel desinfectante, los clientes sentados en mesas separadas, guardando “la distancia social”. “La pasada semana nos bajamos de internet las medidas que debíamos adoptar y nos preparamos para la reapertura”.
“Colocamos los geles desinfectantes en las puertas, dotamos a todos los trabajadores con mascarillas y guantes y creamos las cartas impresas desechables. Hemos tenido que hacer alguna inversión, precisamente cuando nuestras ventas han estado más bajas y los precios de los productos han subido”.
Como obliga la nueva normativa, el restaurante tiene su libro donde registra el nombre de los empleados, la temperatura que tenían a la hora de comenzar el trabajo y su estado de salud. “Si alguien tuviera más de 99 grados Fahrenheit de temperatura, tendría que regresar a su casa”.
“Abrimos el lunes”, explicó Alvarez. “Como ves, los clientes comienzan a venir poco a poco. Cuando estábamos cerrados y llamaban para los deliveries muchos preguntaban insistentemente que cuándo pensábamos abrir”.
“Hay clientes que no resisten más estar encerrados en sus casas. Otros se tomarán su tiempo, hasta que ganen en confianza, y comiencen a venir. Lo importante es que ya estamos abiertos. Ahora tienen la opción de venir y pasar un buen rato, como hacían antes de la pandemia”.
Fuente: DLA
