SANTIAGO, Chile (AP) — Unos 15 millones de chilenos están convocados el domingo para decidir si quieren reemplazar o no la Constitución instaurada por el régimen militar (1973-1990) en un histórico plebiscito que conquistaron en las calles con multitudinarias protestas contra las extendidas desigualdades en Chile.
El proceso electoral se desarrollará en el marco de una pandemia que tiene al país sudamericano con casi 500.000 contagiados y unos 13.800 fallecidos. Actualmente hay entre 1.500 y 2.000 nuevos casos diarios, lejos de los casi 7.000 de mediados de junio.
El plebiscito originalmente fue convocado para abril pasado, pero fue pospuesto por la crisis sanitaria. Los contagiados y sus contactos estrechos tienen prohibido votar y, si lo hacen, serán perseguidos penalmente, advirtió el fiscal nacional, Jorge Abbott.
Los chilenos deben votar con mascarillas, que sólo podrán quitarse por tres segundos para que los jefes de mesa verifiquen su identidad. Para minimizar los riesgos de contagio deberán llevar su propio lápiz de pasta y retirar ellos mismos las colillas de los dos votos que recibirán. Habrá un máximo de electores por sala y en las filas deberán guardar distancia de un metro. Se estima que pueden formarse largas filas en las afueras de los lugares de sufragio, más de 2.700 en todo el país.
Un violento estallido social en octubre de 2019 derivó en multitudinarias protestas callejeras en las que centenares de miles de personas expusieron su descontento con las políticas sociales en salud, educación y pensiones, entre muchas otras, que los partidos políticos buscaron descomprimir con la convocatoria un mes después al plebiscito constitucional. El reemplazo de la Ley Fundamental no estuvo entre las demandas iniciales de la calle.
La ciudadanía debe escoger entre la opción “Apruebo” cambiar la Constitución —favorecido por la oposición de centroizquierda— o “Rechazo”, impulsado por el oficialismo de derecha. Además, sin conocer los resultados, en el mismo acto escogerán si quieren que la nueva Carta Magna —en caso de que esa opción gane— sea escrita por 155 ciudadanos electos o por 86 elegidos e igual número de parlamentarios en ejercicio.
Si triunfa el “Apruebo” se iniciará un proceso que incluye la elección de los constituyentes en abril de 2021, que tendrán entre nueves meses y un año para redactar una nueva Ley Fundamental, que será sometida a la aprobación de otro plebiscito a mediados de 2022.
Si el mecanismo para redactarla fuera una Convención Constitucional, con sus 155 miembros electos, deberá ser paritaria, es decir, con igual número de mujeres y hombres, algo inédito en Chile.
Se desconoce si los pueblos originarios de Chile, en torno al 10% de sus 19 millones de habitantes, tendrán escaños preferentes, pues el oficialismo y la oposición no han logrado un acuerdo sobre el tema en el Congreso.
Existe una total incertidumbre sobre cuántos chilenos votarán el domingo. En la pasada elección presidencial votó un 49% del electorado y en los comicios para alcaldes de 2016 la abstención alcanzó un 65%.
Si en el referéndum se impone el rechazo a cambiar la Constitución, seguirá vigente la instaurada por la dictadura de Augusto Pinochet.