Todos los migrantes que aún permanecían detenidos en Guantánamo Bay, Cuba, han sido trasladados a Luisiana en los últimos dos días, según confirmó un funcionario de EE.UU.
A finales de enero, el presidente Donald Trump anunció la firma de una orden ejecutiva para instruir a los departamentos de Defensa y Seguridad Nacional a comenzar la preparación de un centro de detención para 30,000 migrantes en Guantánamo Bay.
Sin embargo, desde entonces, la cifra de migrantes enviados a la base ha sido solo de unos pocos cientos. Ahora, el Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional están evaluando si seguir utilizando la base para este propósito.
Funcionarios estadounidenses confirmaron que las 195 carpas instaladas en Guantánamo Bay, con capacidad para albergar hasta 500 migrantes, no cumplían con los requisitos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), como la necesidad de aire acondicionado y otras comodidades.
En febrero, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, declaró que la prisión de alta seguridad en Guantánamo Bay podría albergar a «los peores criminales» en proceso de deportación.
Hegseth describió la base como «el lugar perfecto para alojar a los migrantes que salen de nuestro país», incluyendo a «criminales peligrosos». Posteriormente, visitó Guantánamo Bay a finales de febrero, y el pasado viernes, una delegación bipartidista del Congreso realizó un recorrido por las instalaciones de detención de migrantes en la base.
Sin embargo, según el funcionario estadounidense, no hay más vuelos militares programados para trasladar migrantes a Guantánamo Bay en las próximas 48 horas.
Funcionarios estadounidenses dijeron a ABC News que es posible que algunos de los cientos de tropas enviadas a la base para prepararla como centro de detención sean reasignadas a otras misiones en la frontera sur.
Hasta el viernes, en la base había 41 migrantes esperando su deportación, divididos casi en partes iguales entre aquellos clasificados como de baja amenaza y de alta amenaza. Todos ellos fueron trasladados el martes y miércoles en vuelos no militares a Alexandria, Luisiana, donde ICE tiene un centro de procesamiento, según confirmó un funcionario de EE.UU.
«Era evidente que esto se hizo únicamente por cuestiones de imagen y porque Donald Trump quería decir que estaba enviando inmigrantes a Guantánamo Bay, un lugar con un historial de abusos a los derechos humanos y sin un verdadero valor operativo,» declaró la congresista Sara Jacobs (D-CA), quien formó parte de la delegación del Congreso que visitó Guantánamo Bay, en declaraciones a ABC News el miércoles.
Jacobs también dijo que las autoridades en Guantánamo Bay le informaron que se gastaron 16 millones de dólares en la construcción del campamento para migrantes y que, supuestamente, cada carpa costó 3.1 millones de dólares, a pesar de no cumplir con los estándares del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).