El condado de Miami-Dade ha dado un paso decisivo para cambiar el futuro del histórico Miami Seaquarium, inmerso en años de controversia por el bienestar animal y batallas legales con el operador actual.
El gobierno condal anunció un nuevo acuerdo de arrendamiento que transferiría el control de la propiedad de Virginia Key a Terra Group, una empresa de desarrollo del sur de Florida. El desarrollador David Martin está en negociaciones para adquirir el contrato por $23 millones, según confirmaron fuentes al Miami Herald y CBS Miami.
Un Nuevo Destino Sin Mamíferos Marinos
El plan de Terra Group busca transformar el sitio, que ha operado desde la década de 1950, en un destino costero. La propuesta incluye un concepto de «Fisherman’s Village» con restaurantes, tiendas, una marina y un centro de educación y conservación.
El punto central del proyecto es la creación de un nuevo acuario acreditado que, fundamentalmente, no albergará mamíferos marinos como delfines o ballenas, terminando así con una era marcada por espectáculos controvertidos.
Años de Controversia y Críticas
Este movimiento se produce tras años de escrutinio, violaciones del Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) y el inicio de un proceso de desalojo por parte del condado. El Seaquarium fue el hogar de la orca Lolita (Toki), cuya muerte en 2023 atrajo la atención mundial.
La ex veterinaria del parque, la Dra. Jenna Wallace, ha sido una de las voces críticas más fuertes. Ella expresó a CBS Miami que el cierre la alivia, pero sigue buscando rendición de cuentas, pues lamentó que al menos 21 mamíferos marinos hayan dejado de existir en las instalaciones desde 2020. Wallace calificó al parque como un «imperio de crueldad».
Respaldo del Gobierno Condal
La alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y la comisionada Raquel Regalado, emitieron una declaración conjunta, recogida por Telemundo 51, en la que celebran el acuerdo como un «gran paso adelante para el condado» y la apertura de un «nuevo capítulo» en la educación de vida marina y la preservación de la Bahía de Biscayne.
La propuesta aún requiere la aprobación del condado y de un juez federal de bancarrota.