CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México utilizará las vacunas donadas por Estados Unidos en un plan de inoculación en el norte del país con el que buscará crear las condiciones sanitarias para reabrir la frontera, mientras se prepara para flexibilizar los controles en la capital ante la reducción de los contagios de coronavirus.
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el viernes que el millón de dosis de vacunas de Johnson & Johnson que Washington donó a México serán dispuestas en su totalidad para inocular a las personas de entre 18 y 40 años en 39 municipios ubicados en la frontera con Estados Unidos.
Agregó que falta un remanente de dosis, que se estima en 1,9 millones, para cubrir toda la población de la frontera y que las autoridades están realizando los trámites para conseguir vacunas adicionales de Johnson & Johnson o de otra farmacéutica.
Con este plan el gobierno mexicano espera crear las condiciones sanitarias para abrir la frontera “lo más pronto posible”, expresó López Obrador sin ofrecer más detalles.
Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard precisó que con el plan especial se espera cubrir a más de 7,7 millones de habitantes en la frontera norte para fines de junio.
“Con esto habría ya todas las condiciones sanitarias para que Estados Unidos pueda acceder a que se reanuden las actividades, sino todas pues su gran mayoría”, afirmó Ebrard al reconocer que el prolongado cierre, que se inició en marzo de 2020, ha generado una afectación económica, comercial y personal “muy grave”.
Estados Unidos decidió a mediados del mes pasado extender por lo menos hasta el 21 de junio las restricciones de tránsito terrestre para viajes no esenciales en su frontera con México de unos 3.185 kilómetros y evaluar a partir de esa fecha una posible flexibilización de las restricciones dependiendo del índice de contagio del coronavirus y el número de vacunas aplicadas en ambos lados de la frontera.
Por su parte, el gobierno de la Ciudad de México anunció el viernes que a partir de la próxima semana habrá un mayor aforo en los comercios, restaurantes y otros locales cerrados y también en estadios y espacios al aire libre, pero se mantendrá el uso obligatorio de cubrebocas y el distanciamiento social.
Por primera vez desde que comenzó la pandemia la capital mexicana pasará al “semáforo verde” ante la reducción de los contagios, indicó la alcaldesa Claudia Sheinbaum en una conferencia de prensa virtual. En el estado de México, vecino a la capital, también se aplicará una medida similar, anunció el gobernador Alfredo Del Mazo.
México instauró el año pasado un sistema de alerta codificado por colores para limitar la apertura de comercios y empresas y las concentraciones en sitios públicos y centros educativos. Durante 2020 e inicios de este año la Ciudad de México, de unos nueve millones de habitantes, se movió entre el alerta rojo -que es el más estricto- al naranja y el amarillo.
En la primera semana de flexibilización se permitirán las clases presenciales, un aforo de 50% en los centros comerciales y tiendas y de 60% en los hoteles y la apertura de los restaurantes hasta la medianoche. En la tercera semana de junio se autorizarán los congresos y convenciones, las clases en los gimnasios y los eventos deportivos al aire libre con un aforo de 50%. Para la cuarta semana del mes se elevará a 50% el aforo en los cines y teatros.
Las autoridades mexicanas ha reportado en las últimas 20 semanas una reducción de los nuevos contagios y las hospitalizaciones por coronavirus. México ha acumulado hasta el jueves 228.362 muertes por COVID-19, lo que ubica al país latinoamericano en el cuarto lugar a nivel mundial con más decesos por la pandemia. La cifra de contagios supera los 2,4 millones.
La frontera entre México y Estados Unidos es una de las más activas del mundo con más de un millón de personas que cruzan a diario y un intercambio de bienes y servicios de unos 1.700 millones de dólares al día.
A pesar del cierre fronterizo, durante los últimos meses se ha registrado un creciente movimiento de migrantes ilegales hacia Estados Unidos, lo que llevó al gobierno de Joe Biden a tomar una serie de acciones como acuerdos con México, Honduras, Guatemala y El Salvador para incrementar la presencia de sus fuerzas de seguridad en sus fronteras.
México ha recibido hasta la fecha 42 millones de dosis de diferentes vacunas y aspira disponer este mes de 65 millones. En el gigante latinoamericano se están aplicando las vacunas de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik V, Sinovac y CanSino.