CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Un juez del Vaticano ordenó el lunes que el mayordomo del Papa y otro empleado laico sean juzgados por el presunto robo de documentos sustraídos de los aposentos privados del papa Benedicto XVI, un escándalo que avergonzó a la Santa Sede y expuso luchas intestinas y corrupción en los niveles más importantes.
El encausamiento acusa a Paolo Gabriele, el mayordomo papal detenido en mayo en el Vaticano, de robo con premeditación, punible con seis años de cárcel si el Santo Padre no decide perdonarlo.
Aunque el Vaticano insistió durante la investigación que Gabriele, de 45 años y casado, quien vive con su familia en el Vaticano, era la única persona investigada, el encausamiento ordena además el procesamiento de Claudio Sciarpelletti, un laico de 48 años y especialista en computación adscrito a la oficina de la Secretaría de Estado y acusado de ayudar y colaborar con Gabriele.
El Vaticano prometió un juicio público. El vocero de la Santa sede, el reverendo Federico Lombardi, dijo que ambos acusados serán juzgados juntos a fines de septiembre como muy pronto, ya que el tribunal vaticano cerró por vacaciones estivales hasta el 20 de septiembre. La fecha del juicio será anunciada después de que el tribunal inicie sus operaciones.
El Vaticano se ha mostrado a la defensiva desde que comenzaron a aparecer documentos sobre presunta corrupción y las luchas intestinas, como afirmó la prensa italiana en enero — tanto escrita como en televisión. En mayo, un libro de periodistas italianos fue publicado con decenas de documentos procedentes del escritorio papal, incluyendo cartas escritas a Benedicto.
Lombardi dijo que los magistrados no enfocaron los temas más importantes en la filtración de los documentos — la presunta corrupción de la alta jerarquía eclesiástica. No respondió a una pregunta de si la comisión especial de cardenales creada por Benedicto para encarar el escándalo analizó la posible corrupción de los mandos eclesiásticos.
En un encausamiento de 20 páginas, el juez Piero Antonio Bonnet dijo que no hay pruebas para procesar a Sciarpelletti.
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