La derecha española salió a las calles de Madrid este domingo para protestar contra el gobierno de Pedro Sánchez y su postura ante los líderes independentistas de Cataluña, ante lo que consideran concesiones en favor de los partidos regionales, y reclamaron que se convoque a elecciones generales.
El Gobierno socialista que preside Pedro Sánchez anunció este martes que había aceptado la solicitud de los partidos independentistas catalanes para crear una mesa de diálogo de partidos políticos con representación en el Parlamento regional de Cataluña y en la que hubiera un «relator» para moderar y coordinar la discusión.
Esa decisión, tomada a pocos días del inicio el próximo martes del juicio contra los dirigentes independentistas catalanes por el intento secesionista de octubre de 2017, generó duras críticas desde la oposición. El Partido Popular (centroderecha), Ciudadanos(liberales) y Vox (ultraderecha) decidieron mantener la convocatoria a pesar de que se hayan suspendido las conversaciones entre el Gobierno español y el autonómico catalán.
El gobierno local reportó que 45 mil personas se encontraban en la Plaza de Colón.
«No estamos dispuestos a tolerar más concesiones frente a quienes quieren destruir nuestra patria. La unidad nacional no se negocia. Exigimos al presidente del Gobierno la convocatoria inmediata de elecciones generales para que los españoles puedan decidir su futuro», reclamó Albert Castillón, uno de los periodistas encargados de leer el manifiesto del acto.
La concentración tuvo el lema «Por una España unida. ¡Elecciones ya!» y acabó al grito de «¡Viva España! ¡Viva el Rey!».
La cuestión catalana ocupa estos días el centro del debate político español, convertido en un auténtico tetris de intereses, presiones y cálculos electorales. El martes se abre en el Tribunal Supremo el histórico juicio contra 12 líderes separatistas, por su papel en el fracasado intento de secesión de octubre de 2017.
A la concentración también asistieron otros políticos como el candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, y el escritor peruano Mario Vargas Llosa, que acompañaron a Rivera.
La concentración entre los tres partidos de derecha reedita el acuerdo alcanzado el mes pasado para expulsar del poder a los socialistas en Andalucía, su feudo histórico, y que según los sondeos podrían conformar una futura mayoría a nivel nacional.
Juicio
El Tribunal Supremo juzgará a partir de este martes en Madrid a doce dirigentes independentistas por su infructuoso intento de secesión de Cataluña en octubre de 2017, un proceso histórico que desde antes de comenzar ha polarizado a España.
El proceso, retransmitido en directo por la televisión pública nacional y para el que se han acreditado más de 600 periodistas de 150 medios, podría durar unos tres meses. Se espera que el Supremo dicte sentencia dos o tres meses después del final de las audiencias.
«La cuestión catalana sigue siendo central en el debate político español. El juicio puede actuar como un recordatorio de lo que pasó en 2017, y esto será utilizado por parte de la derecha para criticar cualquier movimiento de Sánchez para negociar los presupuestos», explica el analista Antonio Barroso, de Teneo Intelligence.
En el poder desde junio pasado gracias entre otros al apoyo de los independentistas catalanes, el socialista Pedro Sánchez necesita sus votos para sacar adelante los Presupuestos de este año y seguir como jefe del gobierno español hasta 2020.
Una de las grandes especificidades del juicio es que el partido de ultraderecha Vox, el más virulento contra los separatistas, gozará de una tribuna política al figurar como acusación popular.
Esto será posible gracias a una particularidad del sistema jurídico español, que permite a cualquier ciudadano u organización actuar como acusador en defensa de la legalidad.
(Con información de EFE y AFP)
Fuente: Infobae