El problema es que toda moneda necesita respaldo material y aquí en Cuba no lo hay para ninguna moneda. El dólar y el Euro son monedas fuertes, pero en Cuba se utiliza una tarjeta MLC que no tiene respaldo y es la tercera en el grupo de cambio que se hace pública. No hay medicina, transporte, comida; no hay nada. Es el país del «no hay». La población está sufriendo las consecuencias. En las operaciones callejeras, la gente paga entre 315 y 317, pero con el paso de los días, el precio aumenta y se vuelve más difícil conseguir un dólar. Mi pronóstico personal es que el cambio llegará a 350 en marzo. No hay nada que frene el cambio informal en Cuba. La subida del precio de la gasolina tiene un efecto dominó en todo. En Cuba, el embargo no existe; es simplemente una forma de justificar la ineficiencia del sistema. Hay problemas con la electricidad, el agua, el gas; con todo. Esto ha sido cíclico y ha empeorado en los últimos años. Cuando Raúl tomó el poder, prometió que todos tendrían un vaso de leche, pero en la actualidad nadie lo tiene. La dictadura sí demuestra eficiencia, pero para reprimir.
